MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Rocío Martínez, conocida como 'La Golosina', a 18 años y medio de cárcel por la puñalada mortal en el abdomen que acabó el 25 de noviembre de 2018 con la vida de Denisa Dragan.
Así consta en una sentencia, a la tuvo acceso Europa Press, en la que se condena a la agresora como autora de un delito de asesinato, con la atenuante de confesión tardía, y otro delito continuado de amenazas, en el que se aprecia de igual modo la concurrencia de la misma atenuante.
La condena se determina después de que un jurado popular declarase a la joven culpable de estos delitos y no de homicidio, tal y como solicitó el abogado de Rocío. El jurado popular absolvió a Mario Taboada, expareja entonces de la condenada, de los delitos que se le imputaban.
El fallo de la sentencia recoge la absolución de Mario del delito de asesinato por el cual también se había formulado acusación contra él por parte del fiscal y la acusación particular. Ambos, han sido absueltos del delito contra la integridad moral que completaba su acusación.
La condenada también deberá indemnizar en concepto de responsabilidad civil en la cantidad de 150.000 euros a Daniela V. D.; en otros 150.000 euros a Danut D. y en 100.000 euros al hermano de la fallecida.
El presidente del Tribunal ha acordado la prórroga de la prisión provisional de Rocío M. S. hasta el límite de la mitad de la pena impuesta en tanto la sentencia no alcance firmeza.
Denisa Dragan murió de una puñalada en el abdomen la noche del 25 de noviembre de 2018 a las puertas del local donde vivía con su novio. Meses antes, recibió amenazas de muerte por parte de la acusada por los celos que tenía.
Entre lágrimas, la acusada hizo en la última sesión del juicio uso de su turno a la última palabra: "Estoy muy arrepentida desde el primer día que lo conté a la Policía. Fui yo, pero estoy muy arrepentida".
En su declaración, la acusada confesó por primera vez que clavó a la joven una navaja en el abdomen durante un forcejeo e insistió en que no tenía ninguna intención de matarla, culpando a Mario por llevarla hasta su casa y darla una navaja abierta.
La agresora está diagnosticada de trastorno limite de personalidad, una patología que no la exime de responsabilidad penal. Los forenses manifestaron en el juicio que la planificación del crimen descartaría que su trastorno influyera en su conducta homicida.