MADRID 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 14 años de cárcel por asesinato con las atenuantes de confesión y de alteración psíquica e intoxicación por consumo de drogas y alcohol a un hombre que degolló a un policía municipal en agosto de 2017 en un bar de Vicálvaro, según la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press.
Un Jurado Popular enjuició el pasado mes de noviembre a Manuel C.R., con antecedentes psiquiátricos y policiales por drogas. El representante del Ministerio Público solicitó una pena de 19 años de prisión para él como responsable directo de los hechos, que se vio reducida al aplicar la concurrencia de la circunstancia atenuante de confesión. La asociación popular, ejercida por la Asociación de Policía Municipal Unificada (AMPU) también solicitaba delito de asesinato.
En su declaración en el juicio, el hombre explicó al tribunal que sufría trastornos mentales y que el día de los hechos iba "drogado" y "bebido". Además, relató que la víctima le amenazó en un bar donde habrían coincidido antes de los hechos y que en el momento de la puñalada de dio "una paranoia", pensando que le iba a matar.
El fiscal consideró acreditado que, sobre las 1:45 horas del 9 de agosto de 2017, el procesado estaba en el Bar Luis de Madrid y, en un momento determinado, se levantó de la mesa que ocupaba para atacar por la espalda a una persona que también se hallaba en el local y que era miembro de la Policía Municipal de Madrid.
Manuel, con la clara intención de causarle la muerte, se valió de un cuchillo de 20,5 centímetros de hoja y le asestó una cuchillada que cortó el esófago y la laringe, además de afectar a la columna vertebral de su víctima.
A pesar de la agresión letal y por sorpresa, el policía tuvo aún fuerzas para darse la vuelta y encararse con su agresor, momento en que éste aprovechó para asestarle una segunda cuchillada, seccionándole en esta ocasión el músculo braquial y el bíceps.
Las heridas acabaron con la vida del agredido, mientras que el agresor salió de bar corriendo y, poco después, a las 2:03 minutos, llamó al servicio de emergencias 112 confesando que había cometido los hechos descritos.
Además de la pena de prisión, le han condenado a inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena, así como al pago de diversas costas y que indemnice a la madre de la víctima a 120.000 euros, con los intereses legales establecidos.