Los madrileños consideran que la comodidad en el Metro ha mejorado aumentando su nivel de satisfacción del 58 al 83 por ciento
MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
La crisis tuvo el pasado año consecuencias directas en el uso del transporte público, que cayó un 4,58 por ciento, debido a su relación con los desplazamientos de la población ocupada mientras que la velocidad media de circulación en la capital creció ligeramente con respecto al año pasado, concretamente un 0,12 por ciento, por el descenso de coches.
Éstas son algunas de las conclusiones del segundo Informe del Estado de la Movilidad, presentado hoy por el delegado del área, Pedro Calvo, quien destacó que el transporte público es más sensible al aumento del desempleo mientras que el privado, que cayó un 3 por ciento, lo es a la evolución del PIB de la ciudad. De hecho, afirmó que el uso del coche privado está más influido "por el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) antes que por la crisis".
El autobús es el único medio de transporte que no acusa el descenso general sino que, al contrario, registra una subida del 0,2 por ciento en el número de viajes. En el interior de la ciudad disminuyó el uso del transporte público del 78 al 74 por ciento. Sin embargo, en los desplazamientos entre zonas de la periferia aumentó del 51 al 60 por ciento, lo que representa "una respuesta positiva a la oferta de nuevas líneas transversales de la EMT".
Por otro lado, el informe municipal destaca que la percepción que los usuarios tienen del Metro es que en el último año mejoró su nivel de comodidad, incluso en hora punta, pasando del 58 al 83 por ciento. Lo mismo pasa con los autobuses de la EMT, cuyo nivel de satisfacción pasó del 92 al 96,1 por ciento.
MÁS ESTACIONAMIENTOS EN SUPERFICIE
La crisis también se dejó sentir el año pasado en los estacionamientos en superficie, que se reducen en un 4 por ciento. Y es que "las familias madrileñas han abandonado el alquiler de la plaza de aparcamiento optando por aparcar en la calle". La misma tendencia siguieron los aparcamientos públicos, con una reducción del 6,7 por ciento.
También el SER cayó, concretamente un 3,8 por ciento, aunque lo que sí subió fue el tiempo medio de permanencia. "No a niveles que nos preocupe porque el SER sigue fomentando la rotación", matizó Calvo.
El concejal explicó que en 2009 circularon diariamente en la capital hasta 2,40 vehículos frente a los 2,46 del año anterior, lo que supone una disminución del tráfico del 2,6 por ciento, una cifra que llega al 7,4 por ciento en la zona comprendida entre el centro y las rondas y que llega al 4,9 por ciento en la M-30. Estas reducciones pudieron venir dadas, según el edil, por "las obras en la vía y la reducción de las actividades económicas".
Este descenso de coches incidió directamente en el aumento de la velocidad media hasta los 24,18 km/h en 2009, esto es, implica un incremento del 0,12 por ciento. Una vez más, ese crecimiento se ve moderado "por las importantes obras realizadas" el año pasado. Citó no sólo la prolongación del túnel de Santa María de la Cabeza o Serrano sino todo el conjunto de los trabajos incluidos en el FEIL, "que han salpicado cual sarampión muchas de las vías de la ciudad".
La peatonalización de algunas calles, como Fuencarral, la plaza de Callao y Ópera, y su repercusión en la movilidad fue otro de los puntos que resaltó el concejal. De hecho, subrayó que sólo un 2 por ciento de los consultados "añoran la situación anterior". Estos trabajos conllevaron un incremento en el número de peatones superior al 40 por ciento.
MOVILIDAD CICLISTA
La misma tendencia sigue la movilidad ciclista, después de que el año pasado se desarrollaran carriles específicos en Ciudad Universitaria, García Noblejas. "El año pasado se incrementó cerca del 30 por ciento la red ciclista y, a partir de las encuestas del Barómetro de Consumo, la utilización de la bicicleta pasó del 0,3 al 0,6 por ciento del total de desplazamientos", indicó.
Aprovechó asimismo para manifestar que aunque el año pasado se produjeron dos víctimas mortales más en la capital, pasando de 41 a 43, lo cierto es que la media está por debajo de los objetivos marcados por las recomendaciones de la estrategia europea de seguridad vial, que marcaba el techo en 52.
Entre los datos satisfactorios que resaltó el edil se encontraron las relativas al control en las plazas de carga y descarga, un ámbito estrechamente ligado a la crisis y, por lo tanto, a la reducción de las actividades económicas. El concejal destacó que en este ámbito se redujo el año pasado la indisciplina vial en un 16 por ciento con respecto a 2008 hasta alcanzar un 25 por ciento en las operaciones de este tipo realizadas en doble fila.
El porcentaje de operaciones de carga y descarga en las plazas reservadas aumentó un 59 por ciento, pasando a representar el 35 por ciento de todas las realizadas. "Si bien es cierto que ha disminuido el transporte de mercancías por la crisis, estamos ejerciendo un mayor control de la ocupación indebida de las plazas de carga y descarga", destacó Pedro Calvo.
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