MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización que surtía de hachís y marihuana a clubes cannábicos de toda España, destacando un local ubicado en Madrid que contaba con más de 4.000 socios y un "constante trasiego de personas en su sede".
Según ha informado la Policía Nacional en un comunicado, el establecimiento carecía de cualquier rótulo identificativo y contaba con unas medidas de seguridad "excepcionales" para controlar a las personas que se acercaban hasta el mismo.
La asociación se encontraba en funcionamiento desde el año 2013 y acumulaba diferentes sanciones y expedientes de carácter administrativo y en total se han decomisado 170 kilogramos de marihuana y 110 de hachís.
Además de la droga, los agentes se incautaron de armas de fuego y blancas, básculas de precisión, 30 aparatos electrónicos --ordenadores portátiles y teléfonos móviles-- y más de 1.000 euros en efectivo.
"TRASIEGO CONSTANTE"
La investigación se inició a finales del año 2015, cuando los agentes tuvieron conocimiento que uno de los mayores clubes cannábicos a nivel nacional se encontraba en Madrid capital. Las quejas vecinales eran constantes debido al continuo trasiego de personas que entraban y salían del local desde por la mañana hasta bien entrada la noche, además de los olores y molestias generados.
Tras varios meses, los investigadores pudieron constatar que las sustancias estupefacientes eran adquiridas al grupo desarticulado. Así, se supo que la droga era almacenada en cuatro pisos y dos naves ubicadas en el centro de Madrid y distribuidas en cantidades considerables a los diferentes clubes cannábicos; no solo de Madrid, sino también en otros puntos de la geografía española.
Una vez identificados todos los miembros de la organización así como los edificios donde almacenaban la droga, los agentes procedieron a la detención de las ocho personas implicadas a las que se les imputan delitos contra la salud pública, falsificación documental y tenencia ilícita de armas.
La investigación ha sido llevada a cabo por la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Madrid y ha contado con la colaboración con la Policía Municipal de Madrid.