En los robos esclarecidos se estima que pudieran haber obtenido más de medio millón de euros
MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han desmantelado una organización criminal especializada en robos con violencia e intimidación a personas relacionadas con el tráfico de drogas, empleando para ello armas de fuego, distintivos y efectos policiales.
La investigación se inició en 2020, cuando se produjo un robo con violencia con arma de fuego en un garaje de un edificio de Madrid. En meses posteriores comprobaron que agentes de la Guardia Civil investigaban hechos de similares características, por lo que iniciaron una investigación conjunta.
Posteriormente, en el 2021 se produjo un robo con violencia e intimidación en el que las víctimas fueron asaltadas mientras circulaban en su vehículo por el municipio de Pinto, y en el que varios hombres que portaban armas de fuego, chalecos y placas policiales, mediante la intimidación consiguieron arrebatarles, según lo manifestado por las víctimas, varias bolsas de compras que acababan de realizar y sus teléfonos móviles.
El análisis de las primeras pesquisas y las continuas incongruencias en la manifestación de las víctimas llevó a los agentes a identificar a uno de los autores del robo, un hombre con antecedentes relacionados con robos con violencia e intimidación a grupos relacionados con el tráfico de drogas en Japón, dónde cumplió condena, lo que les hizo sospechar que el caso investigado pudiera tener relación con esta tipología delictiva, y que se conoce en el argot policial como 'vuelcos'.
El avance de la investigación permitió conocer que la organización criminal la componían seis personas, que utilizaban para cometer los ilícitos cinco vehículos así como armas de fuego cortas, chalecos, y distintivos policiales que empleaban para hacerse pasar por agentes de la autoridad.
'MODUS OPERANDI'
El 'modus operandi' que utilizaban siempre era el mismo. Tras colocar dispositivos de GPS en los vehículos de las víctimas y sistemas de grabación en sus entornos les realizaban vigilancias para saber en qué momento disponían de grandes cantidades de dinero o de droga.
Una vez que tenían fijado su objetivo realizaban los asaltos haciéndose pasar por agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, empleando armas de fuego y distintivos policiales para así darle una mayor seguridad inicial al robo.
Los investigadores han destacado la agresividad con la que actuaban, ya que no dudaban en emplear la violencia física, llegando a amenazar, coaccionar y golpear a sus víctimas si oponían resistencia.
Por todo ello se procedió a la detención de sus integrantes, siendo estos seis hombres con edades comprendidas entre los 25 y 67 años de edad y a quienes se les imputan dos delitos de robo con violencia e intimidación con arma de fuego, dos delitos de usurpación de funciones públicas, lesiones y un delito de pertenencia a organización criminal.
Entre los afectos que poseían en el momento de las detenciones y los registros de sus vehículos, los agentes han hallado numerosos efectos relacionados con los hechos delictivos, así como material policial --placas, chalecos, luces estroboscópicas-- y medios técnicos de vigilancia.
En esta modalidad delictiva los delincuentes suelen actuar con la impunidad que les da el saber que las víctimas no suelen denunciar o no indican la cantidad o efectos exactos sustraídos, debido a que normalmente hay grandes cantidades de droga o dinero que procede de su narcotráfico.