MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo de seis personas que presuntamente sustraían las cartas de los vecinos para conseguir sus datos bancarios y así realizar compras de objetos de lo más variopinto o contratar diferentes servicios, con lo que han estafado alrededor de 50.000 euros.
Según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid, las afectadas son dos hermanas de avanzada edad, una de ellas fallecida el pasado año y la otra con alzheimer e ingresada en una residencia. La investigación se inició a raíz de una información obtenida por los agentes sobre el robo de correspondencia en un edificio del distrito madrileño de Puente de Vallecas.
Diferentes pesquisas llevaron a los investigadores a comprobar la existencia de varias personas que tras hacerse con las cartas, utilizaban los datos para usurpar la identidad de las víctimas y así realizar cargos fraudulentos en sus cuentas. Seguros dentales, líneas de teléfono, baterías de cocina e incluso deudas.
El grupo lo lideraba una pareja que vivía en el bajo del edificio donde residían también sus víctimas. Una vez obtenida la informa bancaria, y como no podían conseguir dinero en efectivo, se hacían pasar por ellas para obtener pólizas de seguros de todo tipo que después ofrecían a otras personas por un precio menor del valor del mercado.
Además contrataron líneas telefónicas para todos ellos incluso para familiares y compraron infinidad de objetos como muebles o baterías de cocina que después vendían. Llegaron a pagar deudas de hasta 3.000 euros en material de hostelería, ascendiendo la estafa final a unos 50.000 euros durante aproximadamente dos años.
Una vez identificados los miembros del grupo se estableció un dispositivo que culminó con la detención de cuatro de ellos en Madrid y otros dos en Toledo. En el registro del domicilio de los cabecillas, los policías encontraron numerosos extractos bancarios y documentación de otros vecinos preparada para su inminente utilización con los mismo fines, lo cual les hubiese convertido en nuevas víctimas.
Tras su arresto pasaron a disposición judicial y dos de ellos, los líderes del grupo, han ingresado en prisión.