También ha sido investigado su hermano por la posesión de una de las amaras y ejercer labores de guardería sin estar habilitado para ello
MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha detenido al guardés de una finca de caza que utilizaba cebos envenenados para acabar con la vida de animales silvestres, al tiempo que ha intervenido dos armas de fuego del calibre 22, según ha informado el Instituto Armado.
Los agentes tuvieron conocimiento el pasado mes de marzo, a través del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Comunidad de Madrid, del resultado de una necropsia realizada a un milano real (Milvus milvus) --especie que se encuentra catalogada en peligro de extinción-- que fue localizado en el término municipal de Villarejo de Salvanés, la cual arrojó que la rapaz había muerto a causa de la ingesta de 'aldicarb', sustancia prohibida en la Unión Europea desde 2003 por su alta toxicidad.
A partir de este momento, las patrullas del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) de Chinchón iniciaron batidas por la zona, para lo que contaron con la colaboración del Servicio Cinológico y de la Policía Local del municipio.
Estas patrullas permitieron localizar una finca de caza, centrándose toda la investigación en este lugar, y más concretamente sobre la persona que realiza labores de guardería en la misma, sin tener ningún tipo de titulación que le acredite para ello.
Todas las sospechas se vieron confirmadas en el momento en el que se realizó una inspección a la caseta que tenía esta persona en el interior de la finca, localizando artes de caza prohibidos (lazos, cepos, una ballesta de grandes dimensiones).
INTERVENCIÓN DE PERROS ESPECIALIZADOS
Gracias a la intervención de los perros especializados en la detección de venenos, se localizó cianuro de potasio y 'aldicarb'. Este hallazgo motivó la detención de la persona que ejercía de guardés de la finca.
Además, en el interior del automóvil usado por este individuo para la vigilancia de la finca, se localizó un arma de fuego del calibre 22 con su correspondiente munición, que también resultó intervenido.
Los agentes realizaron otra inspección en la finca colindante, propiedad del hermano del detenido y que también realizaba tareas de guardería rural sin estar habilitado para ello. En ella donde se localizaron cepos de metal y lazos de cable sin freno, así como un rifle del calibre 22 y su munición que fueron también intervenidos y que motivaron la investigación del propietario de la finca.
El Servicio de Protección de la Naturaleza les atribuye delitos contra la flora y la fauna y de intrusismo profesional.
El uso de cebos envenenados como método para dar muerte a los animales silvestres constituye una de las prácticas más lesivas para la conservación de los ecosistemas en general y de determinadas especies de fauna amenazadas en particular, subraya la Guardia Civil.
En el marco del plan Antiox (protección de la biodiversidad frente al uso de venenos y otros medios selectivos de caza), el Seprona, coordinado con perros especializados en la detección de venenos, desarrollan dentro de este plan, vigilancias en zonas de especial protección, para evitar el uso de estas artes ilegales.