MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Agentes de Policía Nacional en el distrito madrileño de Carabanchel han detenido a un varón en busca y captura por la autoridad judicial por un homicidio cometido en 2008 en Arganda del Rey, ha informado este martes a Europa Press una portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid en una comunicación.
El arrestado, Ignacio R., de 38 años y seis antecedentes penales, entró en la cárcel, primero de forma provisional y luego condenado en firme, por matar a balazos el 12 de enero de 2018 a Carlos Jarry, un conocido 'alunicero', que en el momento de su asesinato tenía más 30 detenciones anteriores, la mayoría por robo con fuerza y antecedentes también de tenencia de armas. Ya en la cárcel, aprovechó un permiso hace dos años y medios para fugarse.
Hace unos días, dos agentes de paisano realizaban labores de prevención cuando se aproximaron a un varón puesto que estaba consumiendo sustancia estupefaciente en vía pública. Una vez identificados como policías nacionales, este individuo golpeó a uno de los actuantes y se dio a la fuga.
Tras una persecución a pie y, después de que los agentes actuantes recibiesen varios puñetazos y patadas, lograron detenerle. Pero el hombre continuó con mucha agresividad una vez introducido en el vehículo policial, al que le llegó a fracturar el cristal. En ese momento apareció una mujer que quería impedir su arresto, golpeando el coche y también a los funcionarios, por lo que también acabó detenida.
EL CRIMEN
Todo comenzó cuando en diciembre de 2007 dos personas amenazaron a la mujer del ahora detenido de nuevo en el portal de su casa y le aporrearon la puerta exigiendo que les pagara 40.000 euros que supuestamente habían robado a Carlos Jarry. Le amenazaron con dar muerte a su familia si no cumplían con esta exigencia.
Durante el juicio, Ignacio aseguró que pocos días después llamó a la Policía alertando de lo ocurrido pero que luego se encontró con un amigo que conocía dónde se hallaba en ese momento Jarry para poder hablar con él y "solucionar el asunto". Junto a dos personas acabaron en un garaje de Arganda, donde vieron al Jarry, del que pensaban que era un "raterillo" de Vallecas y no "el jefe de los 'aluniceros'".
"En ese momento se le puso cara de loco. Me preguntó quién había sido la perra chivata que le había dicho donde estaba. Entonces me empezó a llamar maricón y que me gritó que me iba a matar. Sacó un arma de una riñonera y yo me abalancé contra ella. Forcejeamos y hubo dos disparo. El arma se cayó en la acera contraria. En ese momento corrimos los dos hacia la acera contraria y cogí el arma. Le dije que me dejara, pero él respondió que no sabía lo que había hecho y amenazó con matar a mí y a mi familia. En ese momento no sabía lo que hacer y disparé", confesó Ignacio.
En la huída, en un punto de la carretera A-3 dirección Madrid Ignacio tiró el arma. Poco después, a la altura de Rivas-Vaciamadrid, vieron una patrulla de la Guardia Civil y se percataron de que les estaban siguiendo. Ya en Madrid les dieron el alto y les detuvieron.