MADRID 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Educación exige a todo docente que quiera ejercer en el país, ya sea en el sistema público o en el privado, que disponga de un título oficial expedido en España o que homologue al sistema nacional la titulación obtenida en el extranjero, un procedimiento que puede llegar a tardar más de un año, según ha explicado a Europa Press el presidente de la Asociación de Enseñanza Privada (ACADE), Jesús Núñez.
Este es el motivo por el que una comunidad autónoma no puede 'importar' profesores nativos de inglés para incorporarlos a su sistema educativo, como aspira a hacer la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ya que para ello hace falta que el docente curse los trámites de homologación previstos en la ley.
ACADE denuncia que este es un procedimiento muy largo que puede prolongarse más allá de un año, ya que "como los planes de estudios son distintos en cada universidad" es posible que a un docente titulado en Inglaterra le falten asignaturas para obtener el título en España y tenga que cursarlas si quiere ejercer en el país.
Esperanza Aguirre ha solicitado al Ministerio de Educación que se levanten estas barreras a la contratación de profesores nativos de inglés, aunque según ella misma ha denunciado, ha recibido un no por respuesta. "Me parece alucinante, esto no ocurre en ningún país. ¿No se supone que la UE garantiza la libre circulación de trabajadores por los países de la Unión?", ha apuntado.
De hecho, en la Unión Europea sólo ciertas profesiones sanitarias están facultadas para ejercer en los distintos Estados sin necesidad de homologar previamente la titulación, según ha explicado Núñez, quien ha incidido que el llamado 'Proceso de Bolonia' para la constitución del Espacio Europeo de Educación Superior "tampoco ayuda" en este sentido, pues unifica los títulos, pero sin facultar a los profesionales para ejercerlos en todo el territorio común.
"Cuando termine el proceso de Bolonia, tendrán los gobiernos europeos armonizar el tema, porque hay muchísimos títulos que no están aclarados ni definidos con las competencias profesionales correspondientes. Como hay tantos grados en las universidades, tendrán que ver qué grado facultan para el ejercicio de la enseñanza", ha apuntado.