La finalidad de las amenazas era obtener datos personales y abrir cuentas bancarias
MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos españoles de 21 años que difundían bulos de amenazas de atentados en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), pero cuyo objetivo real era estafar a los estudiantes, ha informado a Europa Press una portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
La investigación se inició el pasado 31 de octubre, cuando se celebraba una fiesta con numerosos grupos de estudiantes y un individuo hizo correr el bulo a los alumnos del doble grado de Filosofía y Derecho de que en su facultad se iba a cometer un ataque con armas días después. La noticia se hizo viral por su difusión masiva a través de las redes sociales y otras aplicaciones de mensajería instantánea.
Alertadas las autoridades, la Policía Nacional y la UCM iniciaron una investigación conjunta sobre la veracidad de la amenaza, concluyendo días después "no hay ningún indicio que permita suponer que haya un riesgo por encima del habitual", como transmitieron a los estudiantes en un email al que tuvo acceso Europa Press.
A pesar del ello, y de que no se cerraron las instalaciones, el pasado 5 de noviembre, cuando se iba a cometer el supuesto ataque a la universidad, más 6.000 alumnos no acudieran a sus centros docentes por el temor a que se cumplieran las amenazas.
Los detenidos habían aprovechado el temor generalizado para iniciar sus actuaciones delictivas que consistían en enviar amenazas acompañadas de fotografías de armas de fuego y munición. Además, llegaron a intimidar a los estudiantes que les recriminaban estos mensajes con cometer actos violentos contra ellos y sus familias.
BULO PARA OBTENER DATOS PERSONALES
La finalidad de las amenazas que difundieron los arrestados, según las investigaciones realizadas, era obtener datos personales de la comunidad educativa. Los arrestados, con los datos telefónicos de los estudiantes que obtenían en los 'chats' y mediante ingeniería social, contactaban con ellos telefónicamente para obtener sus datos de identidad o incluso fotocopias de los documentos personales.
Una vez que obtenían los datos personas llegaban a abrir cuentas bancarias para cometer estafas y otros ilícitos penales. Las gestiones llevadas a cabo por los investigadores permitieron detectar hasta seis acciones delictivas relacionadas con la apropiación de datos personales en las que cometieron estafas. Actualmente la operación continúa abierta por lo que no se descartan nuevas detenciones.