La caldera había pasado la correspondiente revisión por parte de la empresa instaladora
MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
El electricista fallecido en la explosión de ayer miércoles en la calle Toledo de Madrid estaba arreglando un radiador situado en el sótano, donde también estaba la caldera, ha indicado uno de los sacerdotes que vive en ese inmueble y que ya ha prestado declaración a la Policía, han informado a Europa Press fuentes oficiales.
La investigación la lleva el Grupo Judicial de la comisaría de la Policía Nacional de Centro, que ya ha interrogado a diez personas. Según ha explicado este religioso a los agentes, se habían quedado sin calefacción hace días y no pudieron celebrar una reunión por el frío que hacía.
Por ello contactaron con David, el laico amigo de la congregación para que revisara qué ocurría. Posiblemente fruto de las heladas de la última semana la caldera se habría averiado y comenzaría a emanar gas. Sea como fuere, la primera explosión se produjo en la caldera y luego otra mayor más arriba, que correspondería al gas natural que se habría filtrado a otras partes del edificio.
Según fuentes regionales, la caldera había pasado la correspondiente revisión por parte de la empresa instaladora subcontrata de Naturgy en enero de 2020, por lo que estaba en regla en cuenta a revisiones, ya que se tienen que hacer cada tres años.