MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
El exdirector de Seguridad de la Comunidad de Madrid y actual comisario de Información, Enrique Barón, y el director de Método 3, Francisco Marco Fernández, comparecerán este viernes en la nueva sesión de investigación sobre corrupción política, que volverá a tratar el supuesto caso de espionaje del PP de Madrid.
También está confirmado que declararán el exasesor de Seguridad del consejero de Justicia e Interior Francisco Granados, Marcos Peña; así como el subdirector de Seguridad de la Comunidad de Madrid Miguel Castaño, también para hablar de este caso.
Sin embargo, no comparecerán, tal y como fue solicitado en un principio para este día, los policías nacionales y exasesores de Seguridad de la Consejería de Francisco Granados Belén Esparcero y José Manuel Rodríguez; y de la exmujer del inspector de Policía y exdirector de Seguridad de la Comunidad Sergio Gamón, Yolanda Laviana.
El motivo es que los requerimientos no les han llegado en plazo o no han contestado a los mismos. No obstante, volverán a llamarles a declarar porque consideran que los testimonios de los policías y sobre todo de Laviana son "muy relevantes", según han indicado a Europa Press fuentes parlamentarias.
LAS CONEXIONES
Durante la sesión anterior de la comisión, celebrada el 4 de marzo, comparecieron el técnico de la Dirección de Seguridad de la Comunidad de Madrid José Manuel Pinto; y a los guardias civiles José Oreja y Antonio Coronado, exasesores de la Dirección General de Seguridad de la Comunidad. Los tres están imputados en el caso.
Los dos últimos señalaron que en 2008 Gamón les pidió, por orden del entonces vicepresidente primero Ignacio González, que espiaran e hicieran seguimientos a varios políticos y cargos públicos, entre los que citaron, además de los exvicealcalde de Madrid Manuel Cobo, y el exvicepresidente segundo Alfredo Prada, a la entonces vicepresidenta de la Asamblea Cristina Cifuentes, al presidente delegado del Arpegio y a los primeros ediles de Madrid, Getafe y Fuenlabrada, Alberto Ruiz-Gallardón, Pedro Castro y Manuel Robles, respectivamente.
Pero, según han alegado, en el momento en el que recibieron esas órdenes los asesores de Guardia Civil se entrevistaron con Francisco Granados y denunciaron los hechos, pero el consejero de Justicia "no hizo nada".
"Le advertimos de que eso podía ser un delito. Desde entonces comenzó el periplo de adversidades hacia nosotros, que dura hasta hoy. En el momento que nosotros denunciamos los hechos ante el consejero, la relación con Castaño y Gamón era tensa, pero desde entonces fue insoportable e infernal", ha añadido Oreja.
José Oreja cree que todo se enmarca "en mitad de una guerra sucia" de supuesto espionaje entre el sector de Francisco Granados e Ignacio González.
El exasesor de Seguridad también contó el viernes que cuando se fue Gamón, uno de los asesores de la Policía Nacional volvió al Cuerpo mientras los otros dos, José Manuel Rodríguez González y Belén Espartero Rodríguez, "se permitieron el lujo de irse de vacaciones y desaparecieron durante más de tres años con medios de la propia Dirección de Seguridad como coche y teléfonos". Sin embargo, no aportaron ningún dato de la labor que realizaron los tres policías nacionales.
Oreja también citó a Barón en su declaración: "Con la llegada de Enrique Barón, la Dirección General alcanzó un nivel que con el señor Gamón no tenía. Se establecieron contactos con determinadas personas que los medios identificaron como procedentes de las cloacas. Y hay un rastro evidente de esto en multitud de ocasiones".
En resumen, los tres comparecientes señalaron el viernes que fue Gamón y Castaño, después de negarse a los seguimientos, los que "preconstituyeron pruebas" contra ellos obligándoles a que fueran a determinados lugares y que así quedara reflejado en los posicionamientos de sus móviles. "Era insufrible la presión que sufríamos por parte de ellos", concluyó Oreja.