MADRID 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha asegurado este jueves que nunca se le ocurrió "que fuera algo lindando con lo mafioso" el que le quemaran el coche años atrás al principal cabecilla de la operación Púnica, Francisco Granados, para añadir que ahora le recuerda a una escena de una película, concretamente "a la cabeza (cortada) del caballo del 'Padrino'".
En una entrevista en la Cadena Ser, recogida por Europa Press, Aguirre ha explicado que cuando ocurrieron estos hechos --en el año 2006, siendo Granados consejero de Presidencia-- le dio "pena" y le pareció "horroroso". "No se me ocurrió que fuera algo lindando con lo mafioso", ha manifestado.
Aguirre ha explicado que lo que le "debió de mover a la sospecha" pero mirándolo con ojos de hoy, cuando se ha destapado la operación Púnica, fue "cuando ardió el coche de la mujer" de Granados. En este punto ha vuelto a recordar que el que fuera su número tres perdió su confianza hace tres años y no por cuestiones relacionadas con el dinero. Primero le cesó como consejero y después como secretario general del PP de Madrid.
Preguntado por un informe del año 2008 en el que un empresario exponía algunos de los supuestos tejemanejes de Granados, Aguirre ha detallado que en cuanto tuvo conocimiento de esta información exigió explicaciones al ahora detenido, quien lo negó todo. También le instó a dimitir o interponer una querella criminal, cosa que hizo. En este momento sigue viva.
"¿Cómo iba a pensar que el que espiaba era uno de mis consejeros?", ha llegado a exclamar a preguntas de la periodista. Asimismo, la popular ha detallado que en ningún momento Granados hizo ostentación de dinero ya que seguía "viviendo en su pueblo y en su casa". "El dinero es difícil de esconder" y el principal cabecilla de la operación Púnica no lucía "relojes ostentosos" ni nada que hiciera sospechar de un enriquecimiento ilícito.
Esperanza Aguirre ha destacado, en este punto, una de las seis medidas para paliar la corrupción, la necesidad de que los candidatos a una Alcaldía pasen por unas audiencias, como los 'hearings' estadounidenses, donde serán interrogados sobre todos los aspectos de su vida, desde su cualificación profesional hasta sus ingresos. Serán abiertos a la prensa.