Recuerda "el olor a muerto insoportable durante meses" o cómo la ciudad empleó camiones frigoríficos de pescado porque no hay ataúdes suficientes
MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
La exalcaldesa de la ciudad italiana de Lampedusa y Premio UNESCO por la Paz 2016, Giuseppina Nicolini, ha argumentado que "el único miedo que se debe tener es a ser cómplices de una catástrofe que la causa no sólo el mar sino que es el resultado de políticas represivas de cierre" de fronteras que considera a las personas migrantes nada más que "desechos" que "estarían mejor en el mar, que se mueran o que se les arroje en centros de internamiento".
"Les excluimos de la sociedad y nos quejamos si se convierten en delincuentes y terroristas cuando es lo que hemos creado en esta cultura del miedo", ha lanzado la que fuera regidora de Lampedusa, como ha sostenido ante Emily Sini, refugiada procedente de Nigeria rescatada por el Aquarius, que participan en la Caja de Música de CentroCentro en el diálogo por el Día del Migrante 'Ilegal es dejarles morir', organizado por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y la tercera tenencia de alcaldía.
"EN LAMPEDUSA VEMOS MÁS BIBLIAS QUE CORANES"
Nicolini ha espetado a los que lanzan mensajes racistas y xenófonos que los migrantes que llegan a Lampedusa, como tantos otras, "son personas que han dejado todo atrás, su familia, su tierra, llegan sin nada, sólo recuerdos como cartas, fotos, biblias y coranes". "En Lampedusa vemos más biblias que coranes, vemos más cristianos que musulmanes", ha puntualizado.
En un crudo relato, la exalcaldesa, amenazada por la extrema derecha, ha dado cuenta de las vivencias de menores que llegan solos, con muchas razones detrás. Algunos ya no tienen familia. Otros pertenecen a familias que lo han vendido todo para costearle un viaje a Europa con la esperanza de que pueda trabajar aquí y ayudarles allí.
Otros, según ha expuesto, han sido secuestrados en campos libios para que sus familias paguen por ellos. A su juicio, la solución que les queda es vender un riñón para poder proseguir con su viaje hacia el sueño europeo. "Parecen cuentos pero su verdad está grabada en sus cicatrices", ha desvelado.
Las mujeres también sufren "el infierno" de la migración a su paso por Libia. "Todas las mujeres son violadas", ha asegurado antes de pasar a relatar el rescate de los muertos de uno de los barcos, con submarinistas profesionales desmayados en el muelle ante el "horror" de los cuerpos tras haber tragado tanta agua. "Ningún Salvini ni ningún ministro del miedo puede transformar esa realidad, que es el drama más grande de nuestra época", ha asegurado.
En Lampedusa han salvado a unas 300.000 personas, 300.000 nuevos vecinos que tiene la ciudad. "Son los que ayudan a sacar adelante nuestras naciones, son los que ayudan a pagar las pensiones de nuestros jubilados", ha defendido, antes de recordar "el olor a muerto insoportable durante meses" o cómo la ciudad empleó camiones frigoríficos de pescado porque no hay ataúdes suficientes. Sus últimas palabras han sido para defender una cultura de la solidaridad frente a la cultura del miedo.