Ginés Jiménez en el inicio del juicio por el Caso Bloque
EUROPA PRESS
Publicado: jueves, 18 enero 2018 15:35


MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

El exjefe policial de Coslada y principal acusado en la presunta trama policial del municipio, Ginés Jiménez Buendía, ha acusado a un inspector de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional de coaccionar a sus compañeros policías para que le incriminaran en la causa.

Así se ha manifestado de forma vehemente Ginés Jiménez durante la cuarta sesión del juicio sobre esta presunta trama, destapada en mayo de 2008 tras los testimonios de numerosas prostitutas del Polígono de Vícálvaro, que acusaron a los policías de aprovecharse de su posición para mantener encuentros con ellas, y de propietarios de locales del municipio madrileño, que aseguraron que tenían que abonar una cantidad de dinero por poner en regla sus licencias y evitar posibles inspecciones.

El exjefe policial, tras responder ayer durante algo más de dos horas a preguntas del fiscal y de la acusación particular representada por el Ayuntamiento de Coslada, ha contestado a las de su abogado, en una declaración que se ha extendido hasta las 15 horas de este jueves y continuará por la tarde.

Ginés Jiménez ha achacado todas estas acusaciones a las presiones de la UDYCO, no solo a sus propios compañeros sino también a los propietarios y a las testigos protegidas. En este sentido, el oficial ha asegurado que la UDYCO llevó a los responsables de los locales "obligados" a declarar contra él. Esto, siempre según él, se demostraría porque posteriormente once de ellos se desdijeron en sede judicial.

"Declararon contra mí porque les dijeron que si no lo hacían los acusaban de cohecho y les caían tres años de cárcel. En el momento en el que declararon en sede judicial, ya con todas las garantías, retiraron su acusación", ha afirmado Ginés, a lo que ha añadido que la UDYCO sabía que para ir contra él "tenían que contar con el apoyo de los locales".

"Las inspecciones, evidentemente, no son populares pero son necesarias. Mi lema es: el ocio y la diversión no son incompatibles con la seguridad. Era mi manía", ha contado Ginés, pero ha negado, sin embargo, que éstas fueran "arbitrarias y dirigidas". Sí ha reconocido que hacían personarse en la comisaría a los propietarios para que rellenaran una ficha "amplia" con datos de contacto para "localizarlos cuando había una incidencia como fuego, ruido o peleas".

Siguiendo con esa narración, ha sostenido que él "podía mandar inspecciones pero no eran arbitrarias, eran nuestro sello". "Tenía mi autoritarismo pero era muy cercano con los ciudadanos", ha apostillado.

"QUE MIS COMPAÑEROS ME ACUSARAN FUE MUY DURO"

Entre lágrimas y sollozos, el exjefe policial de Coslada se ha derrumbado al ser preguntado por la declaración de varios de sus compañeros del Cuerpo contra él: "Eso fue muy duro para mí". Ginés Jiménez ha vuelto a responsabilizar a la UDYCO de estas manifestaciones, acusándoles de querer "leña" contra él.

Esta "animadversión" de la UDYCO contra su persona se debería a que el inspector responsable de la investigación "siempre tuvo la aspiración" de ocupar su cargo, algo que no consiguió. Tras esto, habría orquestado toda la acusación contra los policías. Éstos también se retractaron de sus acusaciones, "una vez que se dieron cuenta que el culpable de sus males no era Ginés, sino una trama creada contra ellos".

Preguntado por las presuntas extorsiones a propietarios de locales, Ginés Jiménez ha dicho que esa afirmación "es propia de novela de Agatha Christie". "Estas inspecciones se hacían a requerimento vecinal en la mayoría de ocasiones", ha añadido, al tiempo que ha concretado que las inspecciones en el bar de La Caleta --cuya propietaria lo denunció ante la Fiscalía de Alcalá de Henares-- se debían a que "se saltaban constantemente las normativas de terrazas y restaurante".

Con respecto a los delitos de depósito y tenencia ilícita de armas, el exjefe policial ha señalado que en la entrada de registro en su domicilio "no ponía nada de armas". "Soy cazador desde joven, tengo armas convencionales y otras de museo, las que fueron incautadas cuatro pistolas y dos revólveres", ha puntualizado, para a continuación apostillar que fueron retiradas "todas juntas, sin aislarlas". Algo que a juicio de su defensa vulneraría la cadena de custodia. "Estaban viejas y oxidadas, ni siquiera tenía munición porque no podían disparar", ha finalizado.

SUBOFICIAL ACUSADO: "IBA AL POLÍGONO PARA PROTEGER A LAS PROSTITUTAS"

El primero en declarar este jueves ha sido el exsuboficial de la Policía de Coslada en el momento de los hechos, Carlos M., al que el Ministerio Fiscal solicita la pena de dos años y ocho meses de prisión, ya que según las conclusiones provisionales "durante el año 2008 acudió en diversas ocasiones al Polígono Industrial de Vicálvaro en un vehículo de la Bescam y portando uniforme" para mantener encuentros con las prostitutas y que éstas supieran que era Policía Local.

Preguntado por qué fue visto con dos prostitutas en un vehículo de la Bescam, Carlos M. ha asegurado que éstas le llamaron porque las estaban amenazando. "Inmediatamente fui con mi compañero para recogerlas e ir a la comisaría para denunciar lo ocurrido".

El expolicía, que solo ha respondido a preguntas de su abogado defensor, ha explicado que su relación con el Polígono de Vicálvaro se debe a que allí realizaban "muchas intervenciones, unas 19 en ese período", y que incluso era amigo de una de las prostitutas, quien lo habría llamado "en alguna ocasión" para decirle que "la estaban agrediendo y amenazando".

"Yo tenía muy buena relación con ella, era mi amiga, y luego declaró contra mí. En la UDYCO la indujeron a que hiciera una denuncia completamente falsa", ha asegurado el policía siguiendo con el argumento de Ginés Jiménez.

La acusación contra él, según su relato, se debe a varios enfrentamientos contra otro de los policías locales de Coslada. Esta mala relación se habría deteriorado a raíz de un episodio en el que Carlos investigó un coche quemado en una zona del municipio. Esta investigación le habría llevado a ver cómo una patrulla que conducía ese otro policía se encontraba cerca del lugar de los hechos. Tras dar con esto, se encontró con una nota en su taquilla de las dependencias policiales donde le advertían de continuar con el esclarecimiento de lo sucedido.

La situación empeoró aún más tras tener una fuerte discusión en un despacho, donde el policía habría encañonado con un arma sin cargar a Carlos. "Ahí tenía que haber puesto la situación en conocimiento de mis superiores, ahora me arrepiento", ha puntualizado el acusado, quien ha añadido después que este policía tenía "un íntimo amigo" en la UDYCO y, de ahí, "toda la trama".

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