MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
Expertos del despacho Gómez-Acebo & Pombo reunidos en una jornada por la Asociación de la Empresa Familiar de Madrid (ADEFAM) para abordar los retos de las empresas familiares en materia de Buen Gobierno han recomendado comenzar a fijarse en las cotizadas como modo de cumplir con las exigencias del mercado y en aras de reforzar la información y la transparencia hacia los accionistas y stakeholders, ha informado ADEFAM en un comunicado.
"Las nuevas fuentes de financiación de la empresa, ya se trate de una salida a bolsa, MAB o de dar entrada en el capital a fondos de capital riesgo, están exigiendo a las empresas que ajusten su comportamiento corporativo a los Códigos de Buen Gobierno. La razón es que desean tener garantías adicionales, que vayan más allá del análisis del balance y del business plan", ha asegurado Francisco Fita, socio de GA_P.
"Quieren asegurarse de que si entran en el capital va a existir una comunicación fluida entre la propiedad y los responsables de la gestión", añadió.
El experto ha subrayado la importancia que tiene para las empresas familiares, sobre todo aquellas que se encuentran en segunda generación, contar con un Consejo de Administración donde todos los consejeros conozcan su roll, se preocupen por implantar protocolos de Gobierno Corporativo, y por su formación previa a desempeñar su cargo de consejero.
"Conocer los estatutos sociales de la sociedad e incluso la Ley de Sociedades de Capital resulta muy útil, al igual que desarrollar un Reglamento del Consejo en el que queden perfectamente delimitados las obligaciones y los derechos de los consejeros. Lo contrario, asumir la responsabilidad de consejero sin conocer las consecuencias legales que se derivan del cargo, puede resultar una temeridad", ha dicho.
A su juicio, en el Consejo de Administración deberían estar representadas todas las ramas de la familia propietaria, y sus miembros deberían ingresar en este órgano de Gobierno con la misión de definir la estrategia de la sociedad, controlar a los gestores de la compañía, gestionar los riesgos y responder ante los accionistas de la compañía.
De igual modo, considera que resultaría recomendable que la figura del Secretario del Consejo recayese en un abogado, con el fin de advertir y ayudar a evitar cualquier riesgo de índole legal en que pudiera incurrir este órgano y sus miembros.
Asimismo, ha subrayado la importancia de incorporar a consejeros independientes a los Consejos, pues aportan objetividad en el proceso de toma de decisiones y pueden mediar cuando surgen conflictos. Sobre su perfil profesional, no habría límites a priori, pues todo depende de los objetivos estratégicos que se haya planteado la empresa en un momento determinado.
En caso de que la sociedad se enfrente al reto de internacionalizar su actividad, debería ser una persona versada en este campo, o un experto en finanzas si la empresa persigue financiación.
Sobre la preparación de la Junta General, el socio de GA_P recomendó a las empresas familiares la necesidad de ofrecer una información completa y con la antelación adecuada.
"Es necesario hacer un esfuerzo de comunicación con el fin de aglutinar voluntades y generar una corriente de orgullo de pertenencia entre los accionistas. El objetivo sería que las minorías se sintieran atendidas y escuchadas en sus inquietudes. Al final, la mayor parte de los conflictos en el seno de las empresas familiares tienen su origen en problemas de comunicación", afirmó.