"Pedimos que el Ayuntamiento desarrolle una legislación que regule debidamente este tipo de negocios", reclaman
MADRID, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Familias del colegio Miguel de Unamuno, en la calle Alejandro Ferrant, en Arganzuela, ha pedido al Ayuntamiento de Madrid que asuma "que estaba equivocado" con la cocina fantasma autorizada junto al centro educativo, ha informado la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM) en un comunicado.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha desestimado el recurso de apelación presentado por el Ayuntamiento de Madrid y vuelve a dar la razón a la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del colegio público Miguel de Unamuno, en la calle Alejandro Ferrant de Arganzuela, contra la instalación de una cocina fantasma junto al centro educativo.
La sentencia, fechada el pasado julio y a la que ha tenido acceso Europa Press, viene a refrendar el fallo de mayo 2022 del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 3 de Madrid. "La licencia incumple la normativa urbanística", indica la sentencia.
El proceso judicial fue iniciado por la Asociación de Familias (AFA) del Miguel de Unamuno cuando descubrieron que el Ayuntamiento había permitido la instalación de unas cocinas industriales, hasta doce, al lado del colegio público.
Las cocinas fantasma de Alejandro Ferrant cerraron hace un año tras "la prresión de las familias y vecinos y vecinas por lo inadecuado de la ubicación y las enormes molestias causadas", junto a la "presión judicial, con una victoria de las familias y vecinos en primera instancia".
La FRAVM ha sumado "el reconocimiento por parte del Ayuntamiento de la irregularidad de ciertas obras acometidas tras la denuncia de un vecino" y no ha obviado "las declaraciones de un trabajador que dejaban en evidencia la falta de seguridad y salubridad en la nave".
"La empresa cerró pero lo más lamentable es que si la empresa hubiera querido seguir, las cocinas ahora mismo estarían abiertas ya que el Ayuntamiento insistía e insiste en apoyar esta ilegalidad", ha trasladado Iris Arisa desde la Asociación de Familias del colegio Miguel de Unamuno.
El Ayuntamiento de Madrid recurrió. "Si el Ayuntamiento opta por recurrir esta segunda sentencia estará obligando a las familias a seguir invirtiendo tiempo, esfuerzo y dinero en una situación que nunca debió llegar a suceder", ha advertodo Noelia Cabezas, madre del colegio y vecina del barrio.
PIDEN UNA LEGISLACIÓN QUE REGULE ESTOS NEGOCIOS DEBIDAMENTE
Las familias solicitan al Ayuntamiento de Madrid que deje de recurrir y "que acepte que estaba equivocado: sus responsables permitieron instalar un negocio industrial con una extensión de casi 600 metros cuadrados al lado de un colegio cometiendo una ilegalidad". También piden al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, "que reconozca que este tipo de negocios no puede estar en zonas residenciales y que legisle en consecuencia".
"Pedimos que el Ayuntamiento desarrolle una legislación que regule debidamente este tipo de negocios, que recupere las peticiones que distintos vecindarios afectados redactamos y las incorpore a la normativa vigente. No nos basta con la actualización unilateral de unas normas urbanísticas insuficientes heredadas del anterior delegado de Urbanismo, que no son más que parches que no dan una solución real al problema", ha añadido Julie Delabarre, madre del colegio.