MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Educación, Lucía Figar, ha condenado en los pasillos de la Asamblea de Madrid los insultos sufridos esta mañana por la líder de UPyD, Rosa Díez, en la Universidad Complutense para pedir a renglón seguido al rector, Carlos Berzosa, que "tome medidas y que no permita que la intolerancia se instale en una gran universidad".
Cerca de 200 estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense han recibido con abucheos y pitidos a Díez a su llegada al campus universitario para pronunciar una conferencia, donde además se ha encontrado pancartas rechazando su presencia y con lemas como 'Víctima profesional, asesina legal'.
Sin embargo, las protestas no han terminado ahí al repetirse durante toda la intervención de la diputada, aunque ya con pitidos más tímidos. En el turno de preguntas es cuando el rechazo a Rosa Díez ha vuelto a cobrar protagonismo e incluso una alarma de incendios ha impedido que se siguiera hablando en continuadas ocasiones. Las bombas fétidas arrojadas por toda la sala desprendían además un fuerte mal olor.
Ante esto, Figar ha sostenido que, "por desgracia, la Complutense en los últimos tiempos siempre es noticia por lo mismo, con episodios absolutamente lamentables cuando es una gran universidad, con excelentes profesores, investigadores punteros".
"En la medida de lo posible se deberían adoptar medidas como (Berzosa) anunció que iba a tomar cuando el insultado fue él", ha zanjado la consejera.
El rector denunció públicamente que fue "insultado y zarandeado" por varios estudiantes que protestaban a la puerta del rectorado por una medida acordada por el Consejo de Gobierno de la universidad y que además los vigilantes del centro resultaron heridos. Entonces dijo que la violencia física y verbal había sido tal que se podrían emprender medidas disciplinarias no sólo expulsando a los colegiales de su colegio mayor sino del propio centro universitario.
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