El fiscal mantiene su petición de 71 años de cárcel para el exprofesor de Vallmont

Un psiquiatra afirma que el perfil del exprofesor de Vallmont no encuadra en el de un abusador

MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -

El fiscal del caso contra el exprofesor del colegio Vallmont ha mantenido su solicitud de 71 años de cárcel para Carlos Ruiz por presuntamente haber abusado de 13 alumnos de este centro escolar de Villanueva del Pardillo.

Tras concluir las periciales en la sesión de este jueves, las partes del proceso han anunciado ante el tribunal sus informes de calificación jurídica, elevando el fiscal su petición de penas por trece delitos continuados de abuso sexual.

La acusación particular, que defiende a once familias, ha rebajado sus penas respecto a la acusación que ejercen algunos menores, solicitando en esos casos seis años. Al inicio, pedía una suma de 91 años de prisión. Por su parte, la defensa ha reclamado la libre absolución de su cliente. Mañana quedará visto para sentencia con la última palabra del acusado.

Antes de los informes, el psiquiatra José Cabrera ha comparecido como perito de parte y ha afirmado que su perfil con "valores morales" y con "una vida familiar estable" no encuadra con el clásico de un abusador infantil.

Así lo ha aseverado el forense, quien exploró al acusado a instancias de su abogado, Ramón Muñoz. Hoy ha expuesto su pericia psicológica ante el tribunal de la Audiencia de Madrid que juzga los hechos.

"Tiene una gran estabilidad emocional, unos valores morales, una vida familiar con hijos y mujer sólida que no encuadra con un abusador clásico de niños", ha manifestado tras concluir el juicio, que mañana quedará visto para sentencia".

Sin embargo, sí ha dicho seguidamente que ello no implica que se puede dar el caso. "Tengo la certeza moral de que este sujeto no ha cometido este delito. Otra cosa es que haya sido cariñoso o le haya dado besos. Si acabamos con el contacto, acabamos con la enseñanza infantil", ha afirmado.

Además, ha señalado que algunos niños han llegado a declarar hasta en seis ocasiones, lo que a su juicio implica que sus declaraciones pueden estar "contaminadas por sus padres, compañeros e incluso medios de comunicación".