Audiencia Provincial de Madrid, sala de juicios, juicio, sentencia, banquillo
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 24 octubre 2017 18:11

MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio Público ha reiterado en sus conclusiones finales la petición de 23 meses de prisión para cada uno de los dos agentes de la Policía Local de Arganda del Rey por una pelea en 2010 con un conductor ebrio y agredirle "de manera desproporcionada" perforándole un tímpano.

A su vez, el Ministerio Público ha reclamado que se les aplique el agravante de "abuso de carácter público" por golpearle una vez estaba esposado.

Así lo ha solicitado la fiscal durante el juicio que se ha celebrado este martes en la Audiencia Provincial de Madrid, que ya ha quedado visto para sentencia, y en el que tanto los agentes como el conductor se han negado a declarar.

La Fiscalía ha retirado el delito de atentado contra la autoridad al conductor, por el que le solicitaba un año de prisión. Al retirar esa petición, ahora el conductor se enfrenta a una multa por un delito de lesiones y otro contra la seguridad vial.

En cuanto a este delito de lesiones, además, la fiscal ha pedido el atenuante por consumo de alcohol, por el que reclama una multa de diez euros diarios durante diez meses.

RELATO DE LOS HECHOS

De acuerdo con el escrito de acusación del fiscal, los hechos tuvieron lugar la madrugada del 2 de mayo de 2010 cuando el conductor circulaba con su vehículo en la A-3 a la altura de Arganda del Rey. En ese momento, perdió el control del coche "debido a la ingesta de alcohol que presentaba" y chocó contra otro vehículo que circulaba correctamente.

El acusado, sin embargo, prosiguió su marcha hasta Arganda del Rey donde unos agentes de la Guardia Civil le vieron circular "a gran velocidad haciendo maniobras de derrape".

Tras darle el alto, los agentes de la Policía Municipal le practicaron la prueba de alcoholemia que resultó positiva (0.89 miligramos de alcohol en sangre), por lo que le solicitaron que les acompañara voluntariamente a dependencias policiales para realizarle otra prueba con otro aparato de mayor precisión.

Una vez en el vehículo policial, el acusado, "con sus facultades intelectivas y volitivas ligeramente mermadas por la intoxicación etílica", comenzó a golpear a un agente. A raíz de la trifulca, el otro agente tuvo que detener el vehículo para ayudar a su compañero y engrilletar al acusado "de constitución corpulenta".

Fue entonces cuando los dos policías locales y, "de manera desproporcionada", propinaron varios puñetazos al detenido que, entre otras lesiones, le provocaron la perforación del tímpano izquierdo.

Una vez en comisaría le volvieron a practicar la prueba de alcoholemia que arrojó un resultado positivo de 0,95 miligramos alcohol por litro de sangre.

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