Francisco Martín cree que el PSOE-M sí ha tenido una "posición clara" sobre La Cantueña "concordante" con la de Ayala

MADRID 27 Jun. (EUROPA PRESS) -

El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, cree que su partido, el PSOE-M, sí ha tenido una "posición clara" sobre el proyecto de centro para menores extranjeros no acompañados que la Comunidad pretende habilitar en el polígono de La Cantueña de Fuenlabrada, después del reproche de su alcalde, el también socialista Javier Ayala, al secretario general de este partido en la región, Juan Lobato.

"Desde el PSOE-M sí ha habido una posición clara, concordante con la que defiende el alcalde", ha subrayado Martín a preguntas de los medios durante una rueda de prensa. El delegado ha sostenido que esta posición "se ha expresado en la Asamblea" y "es la del partido y también la de su secretario general". "No hay espacio para las dudas al respecto", ha zanjado.

Palabras que llegan después de que en una entrevista concedida a Europa Press, Javier Ayala reprochara a Lobato no haber defendido a Fuenlabrada con el centro de menores de La Cantueña y sostuviera que había habido gente "dentro del partido" a la que ha "interesado hablar más de la amnistía y más de Cataluña".

Sobre este "macrocentro" para menores, como lo ha definido Martín, el delegado del Gobierno ha rechazado este modelo y cree que "debe replantearse".

"Creo que es una línea en la que no se busca bienestar de los menores", ha advertido Martín, quien ha recordado que éstos "requieren de una atención prioritaria y muy delicada". "Un macrocentro en un polígono es algo contrario a las recomendaciones del Consejo de Europa y de los principios básicos de la Ley de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid", ha concluido.

Precisamente Ayala defendió en su entrevista que desde una óptica "de izquierda" es entendible que un "megacentro de menores", con características "infrahumanas y lejos de un núcleo urbano, en un cerro", "no es el modelo" a seguir, y por ello ha llevado su 'no' hasta los tribunales en un intento de evitar que La Cantueña se destine a este fin.