Gabilondo apuesta por un pacto fiscal en Madrid y con los otros territorios pero sin pedir más esfuerzo a la clase media

MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, ha apostado por un "pacto fiscal" en Madrid y con los otros territorios, pero ha señalado que "no se puede pedir a las clases medias más esfuerzos".

   En un desayuno informativo de Fórum Europa, Gabilondo ha planteado, "por solidaridad territorial, buscar algún pacto de mayor alcance incluso que en la propia Comunidad".

   A su juicio, "en Madrid hay dos grandes extremismos", uno de ellos el sistema fiscal y el otro "pensar que la corrupción es algo puntual".

En este sentido, ha puesto como ejemplo de "frase extremista" la consigna del PP de que "donde mejor está el dinero es en el bolsillo de los ciudadanos", para señalar que él es de la opinión "de que el dinero puede estar en algunos otros sitios, por ejemplo, en políticas públicas, en escuelas, en hospitales".

   "Hace falta convocar esa dimensión ética y política de los ciudadanos llamando a la necesidad de redistribuir los recursos sociales a través no de un sistema demagógico, sino a través de un sistema fiscal justo, equitativo y progresivo", ha aseverado.

   En concreto, ha considerado que habría que "activar algunos impuestos", como el impuesto de Patrimonio, siendo Madrid la única comunidad que lo tiene exento el cien por cien. Respecto al impuesto de Sucesiones y Donaciones, ha apostado por buscar su "armonización". Y ha rechazado el "dumping fiscal".

   "Conozco muchas personas que no les van mal las cosas en la vida y están dispuestas a hacer un esfuerzo mayor si esto significa garantizar una mayor redistribución", ha aseverado, al tiempo que ha recordado que en Madrid hay 15.000 personas que tienen más de 1 millón de euros.

   Precisamente, Gabilondo ha destacado al comienzo de su intervención que "la situación de la Comunidad de Madrid es difícilmente sostenible y en no pocos aspectos insostenible", entre otras cosas porque desde el punto de vista de la desigualdad es "insoportable, ética y políticamente".

   En este sentido, ha constatado que la tasa de pobreza asciende al 21,7 por ciento, con 1,4 millones de personas afectadas, y hay más de 700.000 personas que cobran salarios inferiores a los 650 euros al mes, y ha subrayado que "la economía madrileña crece pero su distribución es tan desigual que a pesar de hacerlo al 3,7 por ciento en 2016, la tasa de pobreza y exclusión social ha aumentado".

"INERCIA CONTINUISTA" EN LA COMUNIDAD

   Pero además ha señalado que "la Comunidad no desarrolla sus magníficas posibilidades", sino que "por políticas que se limitan a hacer remiendos y retoques, por un Gobierno que no ofrece nuevas perspectivas, proyectos y horizontes, podría calificarse de una Comunidad inexplorada".

   "Madrid está en la inercia de un modelo continuista, sin atender a aspectos decisivos como la regeneración y la lucha contra la corrupción, y la transformación del sistema productivo", ha aseverado Gabilondo, quien ha denunciado una "malversación de posibilidades".

   Entre otras cuestiones, ha criticado la falta de inversión en I+D, con un presupuesto de 11,5 euros por habitante, cuando el País Vasco invierte 196 euros, Cataluña 80 euros y Andalucía 47 euros, al tiempo que ha reivindicado un pacto municipal y un plan estratégico regional sobre un modelo de crecimiento.

CORRUPCIÓN

   En cuanto a la corrupción, ha asegurado que "no bastará con acciones puntuales ni con la aplicación de códigos ad hoc", porque "se trata de algo endémico".

   "No basta con decir que ha habido abusos de algunas personas corruptas", ha apuntado, para explicar que "se trata de todo un modo de entender y de concebir las formas de ejercer la política y el poder, de relacionarse con las instituciones, entidades y personas, de contratar y de planificar utilizando los caudales públicos para fines privados".

   Según Gabilondo, "si Madrid es una Comunidad aún por desarrollar sus potencialidades, lo decisivo es que además la corrupción paraliza la transformación y la resolución de los problemas", por lo que ha afirmado que "es hora de ser exigentes".