Francisco Granados
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 14 junio 2017 19:19


MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

El exconsejero de la Comunidad de Madrid y exsecretario general del PP regional, Francisco Granados, ha salido de la cárcel tras casi mil días en prisión, un tiempo en el que el juez y la Guardia Civil han investigado desde cuentas de Suiza, hasta compraventas de chalet, pasando por comisiones por adjudicaciones de colegios y viviendas hasta operaciones encubiertas para financiar ilegalmente el PP de Madrid y sus conocidas fiestas y "putitas de confianza".

Granados ingresó el 30 de octubre en la prisión de Estremera, la misma que él inauguró en 2008, acusado de haber dirigido una "organización criminal" dedicada al cobro de comisiones ilegales a cambio de la adjudicación de contratos públicos desarticulada en la 'operación Púnica', que dirigió el juez Eloy Velasco. La Guardia Civil detuvo a 35 personas, pero los imputados ya alcanzan el centenar.

Está acusado de delitos de blanqueo de capitales, organización criminal, contra la Hacienda Pública, tráfico de influencias, cohecho, malversación de fondos, prevaricación y fraude. Era el supuesto cabecilla de una trama junto a los empresarios David Marjaliza, el otro máximo responsable de la trama, y Alejandro de Pedro, entre otros.

El exdirigente madrileño negó en sus primeras declaraciones haber participado en la trama y que la cuenta de Suiza de 1,5 millones de euros que se le atribuye dedicada al "blanqueo de capitales agravada" era en realidad de Marjaliza, que la regularizó acogiéndose a la 'amnistía fiscal' de Montoro. Sin embargo, luego admitió que tenía dicha cuenta antes de entrar en política y que se la traspasó al empresario. La información de esta cuenta provocó que tuviera que renunciar a su acta de diputado en la Asamblea de Madrid y de senador meses antes de su detención.

Granados había sido alcalde de Valdemoro entre 1999 y 2003, consejero de Justicia entre 2008 y 2011 y secretario general del PP de Madrid entre 2004 y 2011, año en el que perdió la confianza de la entonces presidenta, Esperanza Aguirre, por su 'guerra intenta' con el Ignacio González, ahora también en la cárcel por el 'caso Lezo'.

Con González también comparte la circunstancia de que ambos fueron avisados de que les estaban investigando antes de ser arrestados. Concretamente, un guardia civil de Valdemoro habría avisado al exalcalde de la investigación, por lo que fue imputado por un delito de revelación de secretos.

UN 'CONSEGUIDOR' JUNTO A MARJALIZA

Según las pesquisas de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Granados era un 'conseguidor', haciendo valer su influencia en los despachos de los alcaldes para lograr adjudicaciones públicas a cambio de comisiones del 2 o el 3 por ciento por contrato. Sólo en los dos últimos años la red 'Púnica' --que se llama así por el nombre en latín del árbol de la granada, 'punica granatum'-- habrá defraudado 250 millones de euros.

La investigación además ha identificado diversas operaciones inmobiliarias que se sospecha que podrían haberse presentada como 'contraprestación' de los empresarios beneficiados a cambio de las labores que habrá desarrollado el expolítico 'popular'. También se sospecha que por cada colegio concertado adjudicado se llevaba 900.000 euros.

Por otra parte, Granados registró en la agenda incautada por la UCO múltiples pagos de 300.000 y 400.000 euros efectuados por el empresario Javier López Madrid al exgerente regional del PP de Madrid, Beltrán Gutiérrez, ambos imputados por la supuesta financiación ilegal del partido. De hecho, según el escrito del juez a partir del informe de la UCO se desprende que el ex 'número dos' del PP madrileño se quedaba con parte del dinero de la trama para nutrir la supuesta 'caja B' del partido.

Para conocer estos dato fue clave, según fuentes de la investigación, las aportaciones de David Marjaliza, que salió de la cárcel a finales de 2015, precisamente por haber "colaborado" positivamente con la instrucción. De hecho, dijo al juez que cuando era alcalde Granados recibió sobres de entre 3.000 y 6.000 euros por vivienda construida en Valdemoro.

Durante su declaración, los fiscales Anticorrupción llegaron a señalar que había cometido "absolutamente todos los delitos". Así, habría constituido una organización sustentada en "personas de confianza" y actuaría como "conseguidor" de la compañía Cofeli al lograr la adjudicación de contratos de eficiencia energética "fruto de contactos con alcaldes, ediles y técnicos". Su patrimonio era tal --se le atribuye más de 33 millones-- que llegó a construirse un zulo en su casa para "ocultar obras de arte y dinero".

Granados y Marjaliza ya se habían distanciado desde 2010 porque el segundo había presuntamente sufragado de forma simulada un chalé en Marbella que disfrutó el primero y su mujer, Nieves Alarcón. "Ya veo que el monstruo que hemos ido creando entre todos sigue creciendo. Cada vez te están deshumanizando más con tanta gente que tienes a tu alrededor que te ensalza y te lo están creyendo en exceso. El tiempo nos pone a todos en nuestro sitio y ya se verá quién estará a tu lado cuando caigas en el cargo", auguraba en un email que el empresario envió al exconsejero y que captó la UCO.

UN MILLÓN EN LA CASA DE LOS SUEGROS Y UN CHALÉ DE LUJO A MEDIO HACER

Mientras Granados pasaba sus segundas navidades en la cárcel, la Guardia Civil encontró en el registro de la casa de sus suegros casi un millón de euros en billetes de 500 euros. Estaban en el altillo del dormitorio. El suegro argumentó que en su habitación "pasaba tal cantidad de gente" que cualquiera pudo dejarlo allí y citó a operarios de Ikea.

Los investigadores también se centraron en otro chalé de lujo Valdemoro, cuya construcción se paralizó tras muchas visitas de la esposa de Granados, que finalmente no lo adquirió tras saltar años antes la polémica a los medios y a su propio partido. Según las pesquisas de la Guardia Civil, fue un regalo del constructor Ramiro Cid, "un adjudicatario recurrente de ventas de suelo público". La chalé en obras, que fue apedreado hace días por varios vecinos, incluía un jardín con cascada, chorros de niebla y ducha con cromoterapia para cuando Nieves Alarcón no quisiera "mojarse el pelo".

Además de contentar a su mujer, el exconsejero también amuebló el piso de una amiga brasileña en el barrio de Salamanca con dinero de origen desconocido, según consta en el sumario. Pero Granados también recibió regalos supuestamente de los empresarios de la trama, como "putitas de lujo", picaderos de caballos, cabezas de toro, estilográficas y relojes de lujo, a la par que organizaba fiestas 'remember' en su finca.

GRANADOS SE DEFIENDE PERO NO 'TIRA DE LA MANTA'

Durante su primer declaración ante el juez, Granados negó haber hecho "nunca jamás" negocios con Marjaliza ni haber recogido contrapartidas ni comisiones por parte de empresarios. También se desvinculó del chalé de Marbella y el de Valdemoro y pidió su libertad condicional en vano.

Francisco Granados concedió una entrevista a 'El Español', en la que afeó a Aguirre y González por "tratarle como un kleenex". Pero no volvió a la luz pública hasta el año pasado con sus dos comparecencias por videoconferencia en la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid para hablar del 'caso espionaje' y de la empresa pública Arpegio, a la que supuestamente cargaban cestas de navidad para familiares y amigos.

Allí el exparlamentario autonómico se quejó de "sentirse maltratado y decepcionado por el Estado de Derecho" y por su propio partido. "Yo afirmo taxativamente que no soy un delincuente. Nunca he metido la mano en la caja. Se me ha tratado de manera desproporcionada. Los del PP también somos ciudadanos con derechos", apuntó.

Aunque algunos de estos antiguos compañeros y socios temen que ya en libertad pueda hablar más tranquilamente de los casos de corrupción que se le atribuyen, él ya ha dicho que "no hay manta de la que tirar".

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