MADRID 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Madrid ha ironizado este lunes, a través de un comunicado, que si con la nueva Ordenanza del Ruido se prohibirá ahora el concierto que todos los veranos da Daniel Barenboim en la Plaza Mayor, recital al que acude siempre el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, reconocido melómano.
Es por lo que la formación que lidera Ángel Pérez se pregunta cómo "la música callejera, a efectos de ordenanzas municipales, sea considerada un molesto ruido". La nueva ordenanza que prepara el área de Medio Ambiente, en concreto en su artículo 41, prohíbe expresamente el uso en la calle de instrumentos musicales, con independencia de que estén o no amplificados.
En la anterior normativa sólo se prohibía en este último caso y en el de instrumentos de percusión. El Grupo Municipal de Izquierda Unida, a través de su portavoz en esta materia, Raquel López, intentó sin éxito a través de una enmienda que "se pudiera tocar en la calle siempre que el nivel no superara el nivel de decibelios permitido". El equipo de Gobierno rechazó la propuesta.
El portavoz de IU y candidato a la Alcaldía, Ángel Pérez, considera que este endurecimiento de las condiciones para poder tocar en la calle hasta llegar a su práctica desaparición "implica que el concepto de música callejera para el equipo de gobierno de Gallardón no tiene nada que ver con la cultura y sí mucho con las molestias".
"Es obvio que hay que conciliar estas actividades con el derecho al descanso de los vecinos pero también está claro que hay músicos que sólo tienen la calle para expresarse y tratar así de ganarse la vida", ha expuesto Pérez.
El portavoz cree que las denuncias de los vecinos porque se toque en la calle son "mínimas" comparadas con otras "contra las que se actúa con mayor timidez o, simplemente, no se actúa".