MADRID 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un Juzgado de Instrucción de Madrid aprecia indicios de delito de estafa en el cierre sin previo aviso de la escuela de preparación de opositores CEMAD que dejó sin clases a 138 alumnos, informó hoy el despacho de abogados Tomás Martínez & Asociados.
Hoy mismo, el juez ha admitido a trámite la querella interpuesta por los alumnos contra las administradoras de la academia. La supuesta estafa se cifra en 220.000 euros al cobrarse el importe de la enseñanza contratada sin prestar ese servicio.
El instructor estima que los hechos denunciados pueden encajar en el tipo delictivo de la estafa. Por ello, ha ordenado a la Dirección General de la Policía que proceda a la inmediata localización de las administradoras de la academia para tomarles declaración como querelladas.
Los abogados de Tomás Martínez & Asociados presentaron el pasado 16 de junio una querella ante el Decanato de los Juzgados de Instrucción de Madrid, en Plaza de Castilla. Se acompañó la querella con todos los documentos que justifican la reclamación de los alumnos defraudados.
Antes de presentar el escrito, el letrado Tomás Martínez explicó a Europa Press que la querella se dirige contra las administradoras de la academia, al ser las personas que "manejaban el negocio". Según el letrado, la academia ofrecía una oferta bastante atractiva a los jóvenes ya que el precio era muy barato y se comprometían a que recibirían clases hasta que consiguieran la plaza de la oposición
Las cantidades defraudadas se cifran en más de 220.000 euros, aunque se prevé que este importe aumente considerablemente ya que eran más de 300 los alumnos que asistían a la academia en el momento de su cierre, por lo que en un futuro se podría ampliar la querella presentada ahora.
Según el despacho de abogados contratado por los afectados, las administradoras de CEMAD podrían haber actuado bajo el interés ilícito que representa el delito de estafa porque cerraron su local sin informar a sus alumnos de esta situación, se han estado cobrando cantidades económicas hasta el día del cierre, ha desaparecido todo el personal de la academia y se venía poniendo de manifiesto por los alumnos ciertas deficiencias en la preparación de las oposiciones.
Antes de que se cerrara la academia, los alumnos presentaron varias quejas ante la Dirección General de Consumo y la Organización de Consumidores y Usuarios por las deficiencias en las clases impartidas en CEMAD. Según Martínez, las administradores advirtieron a los alumnos de que los denunciarían por calumnias e injurias.