Al tercero se le menciona en supuestas amenazas al delegado de CCOO, pese a que se rechazaran las medidas cautelares
MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
El magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid, Juan José Escalonilla, ha apuntado de forma indiciaria contra dos de los tres policías municipales denunciados por un delegado de CCOO, que podrían haber cometido un delito de incitación al odio por motivos racistas, así como uno de injurias contra la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y otro contra la periodista Ana Pastor.
En su auto, al que ha tenido acceso Europa Press, el juez atribuye la presunta comisión de los citados delitos a dos de los agentes, pero no entra a valorar, por el momento, el delito de amenazas en el que supuestamente habría incurrido otro agente.
Sin embargo, el auto recoge expresiones que podrían considerarse una posible amenaza y podrían investigarse, según han confirmado fuentes jurídicas a Europa Press.
Aunque no entre al fondo del asunto, el juez rechaza las medidas cautelares solicitadas por el delegado sindical, entre las que se encontraban una orden de alejamiento, prohibición de comunicación y porte de armas de los agentes.
Escalonilla argumenta "no se aprecia en modo alguno la existencia de una situación objetiva de riesgo", y puntualiza que el delegado más bien solicitó estas medidas "en previsión de posibles represalias tras la denuncia", aunque "no ha aportado dato alguno que así lo acredite".
Además, esgrime que el contenido de los chats aportado por el delegado sindical está "incompleto, ciertamente deslavazado y desordenado". "No es posible determinar el contexto en el que fueron hechos", concluye.
También valora el carácter público o no en el que se realizaron los mensajes del chat, que "llegó a tener hasta 200 agentes". "Que las expresiones se viertan en un chat privado no excluye que se realicen públicamente, ya que el chat llegó a tener hasta 200 agentes, no se conocen todos entre sí, se pueden agregar nuevos participantes e incluso accedieron personas jubiladas del Cuerpo", argumenta.
"HAY QUE COMENZAR CON LAS CACERÍAS DE GUARROS"
El auto recoge algunos de los mensajes del chat incorporados a la investigación. En particular, una conversación que empieza con lo siguiente: "Hay que comenzar con las cacerías de guarros, panda de hijos de puta, los moros y los que los defienden". Uno de los integrantes del grupo contesta que es "mejor que se mueran", mientras que otros añaden: "yo los tiraba al mar, comida para peces" u "otra opción puede ser incrustarles casquillos vacíos en la nuca a martillazos".
También hace referencia a varios comentarios de contenido racista como que los inmigrantes "se vayan todos a tomar por culo a sus países con todos los progres de mierda de Podemos y con la escoria de los antisistema". "No tienen para comer y parecen ratas pariendo", añade uno de los agentes, que encuentra contestación del siguiente modo: "Las ratas tienen que tener derechos de rata".
Incluso en un momento determinado se produjo la publicación de dos fotos de Adolf Hitler acompañadas del texto: "Este señor sí que sabía cómo hacer las cosas, este señor es Dios!!!".
En cuanto a los mensajes sobre Carmena, que el juez considera indiciariamente como un delito de injurias a la autoridad, contienen calificaciones como "hija de la gran puta roja de mierda mal parida", "qué vejestorio más despreciable" o "que se muera la zorra vieja ya".
El juez también ve un posible delito de injurias a particulares contra la periodista Ana Pastor, pero precisa que "resulta necesaria la interposición de la pertinente querella" para realizar la persecución de los hechos en un procedimiento independiente.
RECHAZO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
Escalonilla rechazó las medidas cautelares solicitadas por el delegado de CCOO que denunció amenazas en cuatro mensajes de dos agentes del chat, entre las que se encontraban una orden de alejamiento, prohibición de comunicación y porte de armas de los agentes.
La razón principal es que el contenido de los chats aportado por el delegado sindical está "incompleto, ciertamente deslavazado y desordenado". "No es posible determinar el contexto en el que fueron hechos", concluye el magistrado.
En el primero de los mensajes, un oficial advierte al denunciante que conoce "gente mala, muy mala" y que tenga "cuidadito" con él. "No llegas ni a la jubilación anticipada que tanto añoras", concluye el texto. El juez estima que la respuesta del delegado --"acojonado me hallo"-- prueba que "no sintió temor alguno por el comentario".
Además, alega a la fecha de la denuncia, un mes después del último comentario denunciado, como una razón para denegar las medidas cautelares. "No tuvo temor alguno de que se fuera a causar daño contra su persona, toda vez que en caso contrario hubiera interpuesto la denuncia tras recibir dichos whatsapps", argumenta Escalonilla.
"Y es más", añade, "se han aportado mensajes en un chat privado entre el agente y el delegado posteriores a las supuestas amenazas que demuestran que no tenía ningún temor ya que mantenía contacto con él en dicho chat".
Por todo ello, Escalonilla rechaza las medidas cautelares "al no apreciar en modo alguno la existencia de una situación objetiva de riesgo". Puntualiza que el delegado más bien solicitó estas medidas "en previsión de posibles represalias tras la denuncia", aunque "no ha aportado dato alguno que así lo acredite".
LAS DECLARACIONES DE LOS AGENTES
En la vista participaron los dos letrados de los agentes, el fiscal, la letrada del Ayuntamiento de Madrid, el de los citados periodistas y el del sindicato CCOO. Las declaraciones de los tres agentes --que no quisieron hacer ningún comentario a los medios y salieron por otra puerta-- comenzaron en torno a las 14.20 horas de la tarde, con una hora y veinte minutos de retraso conforme a lo previsto.
Los policías municipales, según relató el abogado de CCOO, Antonio García, dieron su testimonio "tranquilos aunque asustados". "No esperaban esto, han dicho que eran comentarios de broma", contó el letrado.
García añadió que uno de los aspectos centrales de la causa es acreditar la autenticidad digital y la identidad de los agentes en el chat, es decir, que quede probado que eran ellos los que vertían los mensajes denunciados a través de sus teléfonos móviles.
EL CHAT
El chat, que ya ha sido cerrado, fue creado en abril de 2016 para tratar el asunto del turno de noche del Cuerpo bajo el nombre "10 años y turnos de noche" y lo llegaron a componer unas 200 personas, 116 en el momento de la denuncia, cifra que al final había quedado reducida hasta apenas 24. Todo comenzó tras los atentados en Cataluña de este mes de agosto, cuando un grupo de cinco o seis agentes comenzaron a ofender a Carmena por su posición sobre el conflicto catalán.
Fue un delegado sindical de CCOO, integrante de ese chat, el que les reprochó allí sus comportamientos. A partir de ese momento comenzó a recibir insultos y amenazas continuadas y fue expulsado de la conversación. Por todo ello, decidió interponer una denuncia ante el Juzgado de Guardia por esas supuestas amenazas y por injurias a autoridad y particulares.
Ante esta situación, el Ayuntamiento entendió que resultaba pertinente retirar el arma y la credencial a los tres agentes e impedirles la entrada a dependencias policiales. Además, se les impidió el acceso a los archivos informáticos y a cualquier base de datos de la Policía.