En libertad, bajo la custodia de su madre, tenía un tratamiento ambulatorio y controles médicos cada dos semanas, con la orden de dar aviso si notaban que empeoraba
MADRID, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
El juez de Alcobendas que se encargue de la detención de Noelia De Mingo tras haber acuchillado a dos mujeres en El Molar levantará la medida judicial que mantenía a la exdoctora en libertad bajo custodia familiar y con tratamiento ambulatorio para que extinga en el hospital psiquiátrico penitenciario la condena que se le impuso por matar a tres personas en la Fundación Jiménez Díaz, han informado a Europa Press fuentes jurídicas.
La médico se encuentra detenida en el acuartelamiento de San Agustín de Guadalix, donde la tomarán declaración y decidirán cuando pasa a disposición judicial, con un margen de 72 horas.
Una vez que se legalice su detención en un juzgado, el juez previsiblemente levantará la medida que la mantiene en libertad desde octubre de 2017 para que siga cumpliendo la condena a 25 años que se le impuso por haber matado a tres personas en 2003.
La sentencia condenatoria consideró probado que padecía "esquizofrenia tipo paranoide con delirios de persecución y alucinaciones que afectaba a todo tipo de relaciones sociales y laborales y en pleno brote violento".
En octubre de 2017, la Audiencia Provincial de Madrid acordó sustituir el régimen de internamiento en centro psiquiátrico por un tratamiento ambulatorio con custodia familiar en base a informes que indicaban que la esquizofrenia paranoide que sufre estaba "estabilizada" y "en remisión total".
La médico mató en 2003 a tres personas e hirió a otras cinco tras sufrir un brote de esquizofrenia. Fue absuelta del homicidio por padecer esquizofrenia paranoide, aunque se estableció para ella una medida de 25 años de internamiento en un psiquiátrico penitenciario.
En 2017 se le concedió al tercer grado bajo control de la familia por su trastorno. La libertad en tercer grado estaba condicionada, entre otras cosas, a no repetir ningún acto como los que condujeron a su internamiento.
Ahora vivía en la localidad de El Molar bajo la custodia de su madre, de 79 años, y tenía un tratamiento ambulatorio y controles médicos cada dos semanas, con la orden de dar aviso si notaban que empeoraba.