Los agentes relatan que eran "asiduas" en las protestas y que les increparon al grito de 'bolivarianos' y 'Viva España'
MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
La madre y la hija acusadas de saltarse el 30 de octubre de 2020 el cordón de seguridad de la casa del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, en Galapagar han declarado en el juicio que "no había ningún perímetro" y que "los agentes de la Guardia Civil las agredieron" desde el primer momento en que se acercaron a la zona a ver a unas amigas, sin que llamaran a la ambulancia cuando una de ellas se desmayó.
"Yo me quería ir y el agente no me dejó. Me pisó y me dio empujones", ha relatado Ascensión D. B. durante su declaración ante la juez de lo Penal número 17 de Madrid. "Tuve miedo de los agentes", ha manifestado su hija.
Frente a ello, los guardias civiles implicados en el altercado han narrado que las acusadas, vecinas de Galapagar, eran "asiduas" en las protestas que se realizan a las puertas de la residencia de Pablo Iglesias e Irene Montero y han explicado que se negaron a respetar el cordón de seguridad que conocían que se montaba al grito de 'bolivarianos' y 'Viva España', usando "la fuerza mínima imprescindible" para inmovilizarlas.
La Fiscalía imputa a la madre un delito de desobediencia y a la hija, un delito de atentado contra agentes de la autoridad y otro leve de maltrato de obra. Se solicita un año de prisión para la hija y otros seis meses para su madre.
En su declaración, Ascensión D.B. ha relatado que sobre las 17.30 horas de ese día fueron a ver a unas amigas que residen en una vivienda situada en las proximidades de La Navata, zona donde se ubica la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero.
La acusada ya conocía el lugar de residencia del líder de Podemos y de su familia en Galapagar al contar con varias multas y sanciones por incidentes en el mismo lugar, siendo una de ellas por destrozo de mobiliario urbano.
"En el coche ya veo a mis amigas que están con dos guardias civiles y uno está tirándola del brazo. Me bajé rápido del coche y no llegué a ellas. Me aparece un agente y me dice que están poniendo un perímetro y que me tengo que ir. Me empezó a pisar los pies y me empujaba", ha narrado.
Tras ello, su hija salió en su auxilio y comenzó una discusión con los agentes. "Tiraron a mi hija y la vi en el suelo boca abajo y ahí me asusté mucho", ha recordado con la voz entrecortada. "No había ningún perímetro ni ninguna valla", ha aseverado.
Su hija ha relatado que vio desde el coche que había un problema con su madre y salió a ayudarla al escuchar sus gritos. "A la que llegué me empezaron a empujar. Me dice que retroceda. Vi que intentaban empujar a mi madre y me empezó a empujar con el pecho y me tiró", ha explicado narrando que su madre se desmayó sin que los agentes llamaran a una ambulancia.
"No sabía si habían llamado a la ambulancia. Algún vecino me preguntó si necesitaba algo", ha agregado negando que agrediera a los agentes con un bolso.
Una testigo ha contado que los agentes agredieron a sus amigas, algo que sin embargo no vio porque las arrinconaron en una estrategia para impedirlas ver el episodio que estaba pasando. Además, ha indicado que los agentes dejaron pasar a una vecina enfermera porque no habían llamado a la ambulancia.
"VIVA ESPAÑA"
El guardia civil implicado ha indicado que "en ningún momento las golpeó" y ha explicado que su función era acompañar a las personas fuera del dispositivo de seguridad.
"Observamos a dos personas que eran asiduas a las reuniones que sobrepasaron dos o tres veces el perímetro y se inició el dispositivo, indicándolas que se fueran. Nos increparon y gritaron 'bolivarianos' y 'Viva España', ha relatado indicando que trataron de saltar varias veces el perímetro.
Así, ha detallado que en un momento dado la hija hizo un ademán para darle a un compañero con el bolso, cayéndose al suelo. El agente ha comentado que la madre es asidua a las protestas que se realizan a las puertas de la casa del vicepresidente, apuntando que se la han impuesto varias sanciones.
El guardia civil ha apuntado que ellas conocían que había un cordón de seguridad y ha insistido en que son "conocedoras" de los puntos marcados en la calle.
El sargento responsable del dispositivo ha señalado que cuando llegaron al lugar ya estaban dos de las testigos, amigas de las acusadas, indicándolas que se debían de ir. "Nos llamaron bolivarianos", ha dicho a lo que una de las mujeres le ha señalado desde su sitio en la vista que "eso era mentira".
"Ordené a los agentes que formaran una línea transversal para alejar a estas personas de la zona. Se les daba pequeños empujones para llegar al punto donde debían estar. A dos mujeres se las retira y a las acusadas, se las sitúa por otra calle", ha contado.
"Isabel se negaba a cumplir mi orden. Intentó darme con un bolso en la cara y en todo momento sin mascarilla con insultos", ha recalcado a lo que ha añadido que le agredió con patadas sin causarle lesiones siendo inmovilizada y advertida de que iba a ser detenida.