Tenía pendiente una orden de expulsión, pero la Policía no solicitó su ingreso en un CIE porque la vez anterior se la habían anulado
MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía de Madrid solicita veinte años de prisión para un hombre
de nacionalidad marfileña que en enero de 2015 provocó la muerte de un policía nacional al arrojarle a las vías del tren con la circunstancia añadida de que el acusado se encontraba en España de forma ilegal.
Ali Raba Yode será juzgado por un Jurado Popular de la Audiencia Provincial de Madrid a partir de este lunes. El fiscal le imputa un delito de asesinato con alevosía y solicita además que una vez haya cumplido la condena el presunto asesino sea expulsado del territorio nacional con la prohibición de entrar durante diez años.
El acusado contaba con antecedentes penales. De hecho, ya había sido condenado un año antes a seis meses de cárcel por un delito de resistencia a la autoridad y lesiones, e incluso se había acordado su expulsión de España por cinco años.
Según el fiscal, sobre las 11.30 horas del pasado 2 de enero de 2105 Ali Raba Yode se hallaba en la estación de Embajadores cerca del lugar donde dos agentes uniformados de Policía realizaban labores de vigilancia y protección.
"Sin motivo alguno -señala el escrito de acusación- el acusado comenzó a increpar a los agentes los cuales se dirigieron al acusado interesándose por su estado".
Pese a ello Ali Raba Yode mantuvo una conducta "agresiva" y "amenazante", motivo por el cual los agentes le requirieron su documentación "intentando reiteradamente que depusiera su actitud". El acusado hizo caso omiso y se dirigió a los andenes de la estación profiriendo "insultos" y "amenazas".
Una vez allí, los agentes le conminaron de nuevo a que depusiera su actitud y trataron de convencerle de que se apartara del borde del arcén y de que les acompañara a un lugar más seguro.
Sin embargo, en el mismo instante en que un convoy hacía su entrada en la estación y, "de modo inesperado y sorprendente" y con el ánimo de acabar con la vida del agente del orden, le agarró y le empujó a la vía cuando pasaba el tren, si bien el acusado perdió también el equilibrio "precipitándose junto con el policía, siendo ambos arrollados por el convoy".
El agente falleció de forma instantánea a consecuencia del impacto del tren en su cabeza que le provocó evisceración casi completa de la masa encefálica, "junto con otros traumatismos en el tórax y extremidades de distinta gravedad".