Vendió su casa por 136.347 euros y le transfirió el dinero, con el que el acusado compró una casa en la que a día de hoy viven con la mujer real del procesado
MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Madrid juzgará mañana a un acusado de estafar con un falso enamoramiento a una australiana 32 años mayor que él, a quien convenció para que vendiera su casa por 136.347,05 euros e hiciera una transferencia a su cuenta. Con este dinero, compró una casa en Alcalá a su nombre, viviendo a día de hoy el acusado con su mujer real y con la víctima.
Bismarck Antonio L. B. será juzgado por la presunta comisión de los delitos de estafa y amenazas graves, por los que se enfrenta a una pena de siete años y medio de cárcel.
Según el fiscal, el procesado, de 34 años de edad, conoció a través de Facebook en el año 2011 a una mujer de 69 años de edad que vivía en Australia. En el año 2014 la mujer vino a España durante unos meses para disfrutar junto al acusado de unas pequeñas vacaciones, periodo que aprovechó Bismarck Antonio para hacerle creer que de la antigua amistad epistolar había surgido una relación sentimental.
Con la clara intención de obtener beneficio económico y sin intención alguna de darle a la relación un carácter estable y duradero -ya que él estaba casado y tenía una hija-, convenció a la víctima de la conveniencia de que se trasladara a España de forma definitiva para vivir con él, y le propuso que vendiera su casa en Australia y se comprara una aquí.
La mujer vendió la casa de Australia y el 25 de enero de 2015 transfirió desde su cuenta en las antípodas a la cuenta del acusado la cantidad de 136.347,05 euros. Con el dinero en su poder, Bismarck Antonio elevó a escritura pública la compra de una vivienda en Alcalá de Henares, en la que él aparecía como único comprador y propietario.
Así, argumentó como pretexto falaz para que ella no opusiera inconveniente alguno, que la mujer, al carecer de NIE no podía celebrar el contrato ni aparecer como legítima propietaria de la vivienda.
En junio de 2015, la mujer del acusado y la hija común de cuatro años de edad se trasladaron a vivir con el acusado y la víctima a la vivienda de Alcalá de Henares, lo que provocó la ruptura de la relación sentimental entre ambos y que la víctima reclamara al procesado que procediera a la venta de la vivienda y le transfiriera el dinero obtenido.
Llegados a este punto, el procesado se negó y empezó a mandarle mensajes amenazantes a través de las redes sociales, con frases como "ya estás acabando con mi paciencia, vieja arrogante" o "las escrituras están a mi nombre no al tuyo, idiota, te echaré de casa, así que cierra el pico, venderé si quiero y cuando quiera y te trataré bien cuando te lo merezcas". Al día de hoy siguen viviendo todos juntos en la misma casa.