MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Sección 27 de la Audiencia Provincial de Madrid acoge desde este miércoles 18 de octubre, a las 10 horas, el juicio contra Sergiu M.M., un hombre acusado de intentar asesinar a su pareja por celos asestándole "numerosas" puñaladas en la frente, las manos, los brazos, los hombros y la espalada, y por lo que la Fiscalía le reclama 13 años de prisión.
El representante del Ministerio Público le imputa los delitos de coacciones graves en el ámbito familiar y de homicidio en grado de tentativa. Además, reclama como pena accesoria la privación de la patria potestad del hijo que ambos tenían en común y que en el momento de ocurrir los hechos contaba con dos años de edad.
El 24 de agosto de 2014, según la Fiscalía, el acusado, que vivía en un centro de acogida de Madrid, comenzó a realizar llamadas y a enviar mensajes a la víctima para tratar de convencerla de que se fuera a vivir con él o en caso contrario se llevaría a Rumanía (su país de origen) a su hijo.
"Ante el temor que sentía por sus manifestaciones", explica el fiscal, la mujer accedió a convivir con Sergiu M.M., quien al poco tiempo y, al sospechar que su pareja pudiera estar con otro hombre, "entablaba numerosas discusiones en las que le decía que era una puta y una zorra".
Cuando llevaban menos de una semana de convivencia, el acusado entabló una nueva discusión con su pareja y presuntamente volvió acusarla de estar con otro hombre, extremo que ella negó. Pese a ello, Sergiu M.M., según relata el fiscal, se dirigió a la cocina y de nuevo le preguntó sobre la posibilidad de que le fuera infiel.
Ella rechazó otra vez la acusación, momento en el cual Sergiu "le asestó una puñalada en la frente". "La víctima se puso de lado y de espaldas, y colocó las manos y los brazos por delante para repeler la agresión", explica el Ministerio Público. El acusado huyó entonces del domicilio mientras la víctima yacía en el suelo.
Poco tiempo después, entraron en el domicilio la madre de Sergiu M.M. junto a su compañero sentimental y dos hermanos, acompañado uno de ellos de su pareja. "A pesar de que la víctima permanecía en el suelo ensangrentada y pidiendo que llamaran a una ambulancia y, actuando con el propósito de infundir temor", conminaron a la víctima a que dijera que se había caído en el baño o por las escaleras o que se había cortado con cristales.
De hecho, una de estas personas (Paula S.L.) llegó a llamar a los servicios de emergencias 112 manifestando que la mujer herida se había caído en el baño a consecuencia de lo cual había roto el espejo y se había cortado.
Para todos ellos, el fiscal también solicita una pena de tres años por un delito de amenazas graves condicionales.