Cs ve en él "aroma electoralista" y PP dice que "nace viciado"
MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los votos favorables de Ahora Madrid y PSOE han sacado adelante el reglamento del Consejo de la Cultura, que ha contado con el rechazo de PP y Cs. La alcaldesa de Madrid y titular de Cultura, Manuela Carmena, ha detallado que del 4 al 8 de febrero se celebrarán las mesas para elegir a sus vocales y espera que en marzo se celebre el primer pleno.
Este órgano, "reclamado desde hace mucho tiempo por el sector", ha remarcado la alcaldesa, busca "un espacio estable para tener un encuentro de diálogo" ya que la política cultural municipal debe emanarse de la ciudad mediante el avance en la búsqueda de fórmulas de participación ciudadana.
Mesas sectoriales y trasversales, el pleno, una comisión asesora con profesionales independientes, elegidos por miembros del consejo y de las mesas, y grupos de trabajo específicos darán vida al Consejo de la Cultura, que nació como iniciativa del PSOE.
Carmena ha reconocido que el Consejo de Cultura "se ha retrasado pero las cosas bien hechas tardan". En cuanto al cronograma previsto incluye la aprobación definitiva del reglamento en el pleno del 29 de enero para convocar las mesas sectoriales del 4 al 18 de febrero, así como para la elección de los vocales. El pleno constituyente podría celebrarse en marzo.
La socialista Mar Espinar ha declarado que este órgano se necesitaba desde hace muchos años. Su partido concurrió a las elecciones con una propuesta, una Mesa de la Ciudadanía de las Artes, para después proponer un pacto por la cultura. Finalmente se aceptó la idea del Consejo de Cultura, una vez superada "la edad del pavo ideológica" de Ahora Madrid, idea incluida por el PSOE en el acuerdo presupuestario de 2017 siendo un mecanismo de colaboración plural e independiente con representantes del sector y partidos políticos.
El resultado "no es el que habría hecho el PSOE pero entre dos opciones, que se hunda el barco o navegar al primer puerto, lo apoyamos", ha contestado recordando las 18 enmiendas presentadas, la mayoría incorporadas, como la rendición anual de cuentas en el Pleno de Cibeles y la incorporación de sindicatos y FRAVM.
"CADUCO, CON MAL PIE"
Por su parte, la portavoz de Ciudadanos en materia cultural, Sofía Miranda, ha lamentado el "aroma electoralista" en el Consejo de Cultura, que a su juicio "nace caduco, con mal pie", y con la intención de "secuestrar la cultura". En su intervención, Miranda ha lamentado que pese a haberlo requerido la oposición en bloque, no se alumbró finalmente "un boceto consensuado de acuerdo de mínimos", un consenso "fundamental para la estabilidad que un consejo necesita".
Además, la edil de Ciudadanos ha asegurado que algunas de las asociaciones "reconocen que no se sienten vinculadas, y temen un consejo que sea más una asamblea". Así, la formación naranja no apoya el Consejo de Cultura de la Ciudad de Madrid para decir "no" al modelo de Ahora Madrid y el PSOE, "un no a la falta de actividad, a una asamblea multitudinaria".
Y es que, Miranda considera que este Consejo "da cabida a entidades que nada tienen que ver con la cultura, como los foros locales". "Si quiere contentar a los amigos de Murgui (delegado de Coordinación Territorial y Cooperación Público-Social), hágalo, pero no con nosotros", ha lanzado.
"NACIÓ VICIADO"
Misma línea ha seguido la portavoz cultural del PP, Isabel Rosell, quien ha aseverado que este Consejo "nació viciado", y que en él "todo es sectarismo", ya que en el fondo es "un órgano más de participación ciudadana, que reproduce el funcionamiento de los foros".
Rosell ha lamentado que este Consejo "nacerá sin el necesario consenso político, por tanto sin futuro, y a las puertas de un cambio en este Ayuntamiento". "El presidente y todos los vocales cesaran cuando se constituya la nueva corporación", ha apuntado a renglón seguido.
Además, la edil 'popular' ha calificado de "artista" a Carmena, quien a su juicio "ha hecho lo que le ha dado la gana en Cultura, desde ceses sectarios, a cambios de gobierno, a actuar con nepotismo". Por último, Rosell ha acusado a Carmena de "pagar el silencio de la crítica a golpe de talonario".