MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
El área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid, capitaneada por Paloma García Romero, confía en que los trabajos arqueológicos en la calle Bailén concluyan en el plazo establecido de tres meses, y que estos no alteren la marcha de las obras de remodelación de Plaza de España.
Así lo ha manifestado la delegada ante los medios de comunicación durante la visita a las obras, donde ha estado acompañada por la directora de las excavaciones, Esther Andreu, después de descubrirse que los restos arqueológicos hallados en el tramo de Bailén se corresponden con los sótanos del Palacio de Godoy o Palacio de Grimaldi, construido por Sabatini en 1776.
La delegada ha señalado que cuando aparecieron los restos se produjo una modificación del plan de obra para que no quedase parada "y poder seguir realizando estos trabajos y que no se produzcan retrasos considerables". "De momento estamos en los tres meses, si fuera necesario solicitar una prórroga a la Comunidad lo haríamos", ha expresado.
Sobre lo descubierto, la "mayor parte" del Palacio sigue en pie, y cuando en la República se demolieron las caballerizas reales, también se derribó parte de este Palacio. Ahora mismo se aprecian las estructuras de los sótanos, las escaleras que bajan, suben. Además, una de las habitaciones en algún momento fue utilizado "para un pequeño gasómetro e iluminar todo el Palacio".
García Romero ha indicado que la marcha de dichos trabajos sigue estando "dentro de los tres primeros meses, aún en plazo", y ha felicitado al equipo de arqueólogos por el "magnífico trabajo" realizado. Sin embargo, no ha avanzado ni qué se hará con los restos --depende su valoración de Patrimonio-- ni el coste que estos suponen.
"Cuando se transmita a la Comunidad y nos diga lo que hacer, actuaremos en consecuencia. El coste os lo daremos mejor cuando se acaben todas las actuaciones. Estamos en una fase previa pero muy avanzada", ha expresado a renglón seguido.
"NI ROMA CONSERVA TODO LO QUE TIENE"
La directora de excavaciones ha apuntado que que trasplantar los restos en algún Museo u otra ubicación "es muy difícil", y que además "no es necesario". Así, ha llamado a ser "coherentes", pues "la ciudad sigue viva; ni Roma conserva todo lo que tiene". Hasta que se adopte alguna decisión, "todo estará estudiado, documentado, con levantamientos en 3D".
Los restos aparecidos en la calle Ferraz también están siendo objeto de excavación tras la preceptiva autorización de la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid. El plazo de estos restos también es de tres meses, en este caso desde el 10 de octubre.
Por ahora ha aparecido el arranque de dos muros de mampostería de ladrillo, perpendiculares entre sí, de 90 centímetros de ancho. En principio pertenecerían al comienzo de los muros perimetrales del antiguo cartel de San Gil.
Como curiosidad, durante la visita se ha descubierto una botella de cerveza de la época de la República con el oso y el madroño grabado en el vidrio. García Romero la ha mostrado a la prensa.