En el texto suprimido se apelaba a utilizar pendientes, collares y piercing "discretos" y tener "aspecto limpio y cuidado"
MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los trabajadores de Metro de Madrid estrenarán este sábado la nueva uniformidad con una vestimenta cuya principal novedad es la vuelta al color azul, que marcaba la imagen corporativa del personal del suburbano antaño, en detrimento del granate imperante las dos últimas décadas.
Para ello, la compañía ha informado a los trabajadores a través de una circular que incluía un anexo con unas normas para llevar el atuendo y una imagen correcta de cara al público que ha generado malestar en organizaciones sindicales al establecer, por ejemplo, que los accesorios como pendientes, collares o piercing deben ser "discretos", evitando aquellos modelos que sean "llamativos".
"La apariencia física deberá estar cuidada: aspecto limpio, aseado, no desaliñado tanto de rostro como de pelo. Se recomienda un maquillaje suave y discreto, en caso de utilizarse, así como peinados, colores y cortes de pelo no llamativos. Igualmente, para los hombres que opten por llevar barba, bigote o patillas, se les insta a que la lleven cuidada y arreglada", recoge el texto de normas de uso de la uniformidad, al que ha tenido acceso Europa Press.
Al respecto, un portavoz de Metro ha asegurado a Europa Press que han decidido retirar ese anexo de la circular al que se refieren los sindicatos tras comprobar que contenía un texto que "no había pasado los controles previos para su publicación". De esta manera, la circular elimina todos esos aspectos referidos a la imagen de los agentes del suburbano.
Por otro lado, la compañía ha destacado que Metro de Madrid "jamás ha sancionado ni sancionará por cuestiones de imagen a sus trabajadores".
En esa circular, Metro de Madrid incide en que una correcta uniformidad es "seña de identidad, calidad y buena imagen de la empresa" hacia el cliente y, en consecuencia, su uso es obligatorio salvo excepciones concedidas por la empresa debidamente acreditadas.
Así, por ejemplo, el uso de la americana o americana técnica es opcional. Siempre que se utilice será obligatorio llevar corbata, y la camisa podrá ser de manga larga o manga corta. En el caso de la camisa, deberá llevarse siempre dentro del pantalón o falda sin posibilidad de remangar.
Por otro lado, la falda reglamentaria es de uso exclusivo para el personal de estaciones y la prenda debe llevarse dos centímetros por encima de la rodilla.
Estas normas de indumentaria han sido definidas como "caciquiles propias de otra época" por Solidaridad Obrera, al opinar que las partes del anexo sobre uso de la uniformidad se basa en "estereotipos absurdos". De hecho, en el portal del trabajador de la empresa se han registrado varios comentarios contrarios a las pautas sobre correcta imagen que se incluían en la circular.
VUELTA AL COLOR AZUL POR EL CENTENARIO E HISTORIA DEL UNIFORME
Con motivo del centenario de Metro, el suburbano decidió acometer el cambio en su uniformidad para volver al color azul. Para ello, se adjudicó un contrato de suministro de vestuario de línea y oficio para el personal a El Corte Inglés por un importe de 2.805.739 euros.
La renovación del vestuario está destinada a los más de 3.800 empleados cuyo trabajo se realiza de cara al público (incluyendo posibles futuras incorporaciones) y, por lo tanto, representa la imagen corporativa de la compañía (personal de estaciones, maquinistas de tracción eléctrica, etc.). Además, se incluye la renovación del informe del personal de oficio, llegando a los más de 5.000 empleados.
El cambio del diseño del vestuario de Metro se realiza dos décadas después del último gran cambio de diseño, que tuvo lugar en los años noventa.
"El nuevo uniforme es una apuesta de Metro por adaptarse a los nuevos tiempos y modernizar su imagen, buscando la comodidad y funcionalidad de las prendas de vestir que utilizan sus empleados, no solo renovando el diseño, sino también incluyendo prendas con cualidades técnicas específicas y necesarias como pantalones térmicos, corbatas antiatrapamiento, guantes táctiles, y anorak de abrigo, entre otras", han enfatizaron en su día desde el suburbano.
La uniformidad laboral de Metro de Madrid ha sufrido numerosos cambios a lo largo de sus casi cien años de historia. En sus comienzos, el personal femenino llevaba un vestido/guardapolvos, que no sufrió demasiadas transformaciones hasta los años 70, a excepción del abotonado del traje, el largo del mismo y el progresivo aumento del tamaño del logo insertado en él.
En el caso del personal masculino, el uniforme era de "corte militar", estaba dotado de gorra y adornado con los galones que indicaban la categoría profesional.
A partir de los 70, el uniforme evoluciona a la falda con blusa y chaqueta, en el caso de las mujeres y al traje tipo sastre, en el caso de los hombres. En cuanto a la gorra, en 1976 empezó a dejar de utilizarse, sin autorización de la Dirección de la Compañía, al llegar la época de calor.
La Dirección de entonces consideraba que la gorra teresiana "era un elemento de identificación del personal que prestaba servicio, además de constituir un símbolo de la autoridad de los empleados de Metro", rememoran desde la empresa.
En los años 80, la gabardina se incorporó al uniforme femenino como prenda de abrigo, aunque la mayor novedad vino cuando en esa década las empleadas de Metro comenzaron a utilizar el pantalón como parte de su vestuario laboral.
En los años 90 es cuando la uniformidad sufre una mayor transformación, tanto en el estilo como en el color. Del azul, protagonista de las décadas anteriores, se pasa a un tono granate y se van introduciendo nuevas prendas para adaptarse a las necesidades del personal como el vestuario pre-mamá o las prendas térmicas.
Estos últimos diseños, con algunas mejoras emprendidas durante los años siguientes, son los que han permanecido hasta la actualidad.