MADRID 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Museo Eduardo Barreiros, en Valdemorillo, ofrece la posibilidad de repasar la historia de la automoción en España a través de los hitos que marcaron la trayectoria del empresario gallego que le da nombre, conocido como el 'Henry Ford español'.
Un motor diésel seccionado EB6 de demostración, un Simca 1000, un Dodge Dart, varios tractores, un prototipo de camión conocido como 'El Abuelo', con motor Barreiros, camiones Saeta 75 o un microbús restaurado de 22 plazas, 'el conguito', son algunas de las reliquias que se pueden disfrutar en esta muestra especializada, la primera dedicada en España a una figura relevante en el mundo de la automoción.
Creado por la Fundación Eduardo Barreiros, de carácter privado, está considerado un museo monográfico. Cuenta con una superficie expositiva de 800 metros cuadrados, distribuida en dos plantas en las que se exhibe una colección estable conseguida a través de donaciones, compras y objetos pertenecientes a la familia Barreiros.
Además es un espacio interactivo en el que los visitantes pueden acceder y tocar los diferentes objetos, incluidos coches, camiones y tractores, lo que hace posible entender el trabajo mecánico, y a la vez manual, de la producción de motores en aquella época.
Ubicado en la Finca Valmayor de Valdemorillo, fue inaugurado el 9 de junio de 1998 como homenaje a la figura de Eduardo Barreiros (Ourense, 1919 - La Habana, 1992), conocido como el 'Henry Ford español' y clave en la historia de la automoción en España.
LA FIGURA DE EDUARDO BARREIROS
Considerado el padre del popular coche Simca 1000 o del codiciado Dodge, este empresario gallego, de origen humilde y sin estudios superiores, fue capaz de levantar una gran empresa que contribuyó decisivamente a la motorización de España.
Nacido en la aldea de Gundiás, desempeñó su primer trabajo en la empresa de autobuses de su padre, primero como revisor y luego como mecánico, y posteriormente pasó por un humilde taller de mecánica, trabajos donde se familiarizó con la mecánica, el ámbito profesional donde se convertiría en un referente mundial.
La transformación de los motores de gasolina en diésel, en 1949, en pleno racionamiento de combustible de la posguerra, fue un hito en su trayectoria empresarial.
En 1954 creó la empresa Barreiros Diesel para explotar el motor EB-6 que había conseguido desarrollar y patentar a partir de un modelo Perkins y, pese a las presiones ejercidas por el Instituto Nacional de Industria para concentrar la producción en la Empresa Nacional de Autocamiones (ENASA), comenzó con la fabricación de camiones, autobuses, furgonetas o tractores.
Tres años después, ganó un contrato para fabricar los motores de los camiones del Ejército de Portugal y logró que el Gobierno de Franco le autorizara los permisos de fabricación para montar 2.000 camiones al año. En los primeros años sesenta, la producción de camiones por parte de Barreiros Diesel en la gran factoría madrileña de Villaverde creció hasta el punto de alcanzar a la de ENASA.
En una década, la firma, en la que también participaban sus hermanos, se convirtió en el complejo industrial de automoción más importante de España, la tercera empresa madrileña tras Renfe y Standard Electric.
Llegó a emplear a más de 25.000 personas en unas instalaciones de más de 2 millones de metros cuadrados. La cuota en el mercado nacional se situaba en torno al 10% -distinguiéndose por ser la única empresa importante que aportaba desarrollos tecnológicos propios y no la mera explotación de patentes extranjeras- y representaba la mitad de los vehículos exportados, que llegaban a 27 países.
La francesa Simca y la estadounidense Chrysler fueron sus socias en los años 60. En 1963 alcanzó un acuerdo con la norteamericana, por el cual cedía el 40% de Barreiros Diesel a Chrysler Corporation y se funda la nueva empresa, Barreiros Chrysler, firma que comercializó modelos míticos como el Simca 1000, el Simca 1200 o el Dodge Dart.
En 1967, Chrysler Corporation se hizo con la mayoría del accionariado de la empresa y Barreiros Chrysler se conviertió en Chrysler España. En 1969, Eduardo Barreiros y sus hermanos, visiblemente disgustados con la política de Chrysler, pero incapaces de aportar los recursos que demandaba una nueva ampliación de capital, tiraron la toalla y vendieron su parte. Para entonces, lo que había sido una empresa muy rentable en sus orígenes acumulaba pérdidas.
Al abandonar la empresa, Barreiros firmó un contrato con Chrysler España en el que se compromete a no realizar ninguna actividad relacionada con el motor durante un período de cinco años. Tras emprender otros negocios, sin buenos resultados, en 1980 volvió a diseñar motores que gozaron del favor del Gobierno cubano de Fidel Castro, con un motor para el transporte pesado, denominado Taíno.
En Cuba ejerció, hasta el momento de su muerte en 1992, como asesor de Fidel Castro. Fue nombrado el día 1 de octubre de 1991 doctor Honoris Causa en Ciencias Técnicas por la Universidad de La Habana.
MOTORES Y VEHÍCULOS
Entre las piezas que se pueden observar se encuentra un motor diésel seccionado EB6 de demostración, que originariamente Eduardo Barreiros regaló a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid en 1954 y que, posteriormente, en 1998, la Escuela donó al Museo. Este motor permite ver el funcionamiento de un motor diésel en sus cuatro tiempos.
También están expuestos vehículos originales restaurados o reproducciones de modelos que produjo Barreiros como un Simca 900 GLE de primera época y otro Simca1000 GLS de la última época de su fabricación, coches tipo utilitario que competían con el Seat 600 y 850, pero que eran más amplios y tenían mejores prestaciones. Igualmente, se puede disfrutar de un Dodge Dart, de la primera época, como represente de la gama alta, más lujosa.
Entre los vehículos industriales, se pueden ver camiones como el Saeta 55 y 75, el mítico camión militar conocido como "El Abuelo" (una réplica del prototipo diseñado con el que ganó el concurso para el Ejército luso), tractores Hanomag-Barreiros R350 y R440), uno de los primeros autocares (el microbús conocido como 'conguito' de 22 plazas restaurado) o una carretilla elevadora.
Además de diferentes motores y premios, el museo acoge también una detallada maqueta de la fábrica de Villaverde que estuvo en funcionamiento desde 1952 hasta 1969 o una réplica del despacho que Eduardo Barreiros tenía en la fábrica. También hay un importantísimo fondo documental.
Igualmente, hay instrumentos didácticos que se usaban para explicar a los estudiantes el funcionamiento de los motores, instrumentos de medición y fabricación y maquetas de las antiguas instalaciones que tenía Barreiros Diésel y que hoy son las fábricas de PSA en Madrid (Citroen y Peugeot).
Para visitar el museo hay que concertar una cita por teléfono o por correo electrónico.