Varias personas pasean por la Gran Vía de Madrid - Jesús Hellín - Europa Press
MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
El neón de Schweppes está de cumpleaños este mes de agosto con sus 50 años de vida como icono de Madrid, cinco décadas en las que ha iluminado Gran Vía desde lo alto del Edificio Carrión --que alberga el mítico Cine Capitol y el hotel Vincci-- consiguiendo ser parte del patrimonio sentimental de los madrileños e incluso salvándose de la 'quema' de la ordenanza municipal de publicidad firmada por el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón.
Seiscientos kilos y más de un centenar de neones de colores dan luz y vida a uno de los carteles luminosos más famosos del país, 'culpa' en parte por el cine y las series, que lo han convertido en parte esencial de sus escenografías, incluso llegando a ser casi protagonista, como en 'El día de la bestia', de Álex de la Iglesia, con Santiago Segura y Álex Angulo.
La historia del neón va inexorablemente unida a la del Edificio Carrión y sus catorce plantas concebido, en parte, como soporte publicitario en forma de torreón siguiendo el modelo del Flatiron neoyorquino.
Fue proyectado por los arquitectos Luis Martínez-Feduchi Ruiz y Vicente Eced y Eced y construido en los primeros años de la década de los 30 del siglo pasado. En 2018, con Cristina Cifuentes como presidenta de la Comunidad, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) tanto por su estilo arquitectónico como por su carácter icónico.
El luminoso de Schweppes llegó a la plaza de Callao en 1972, un día como hoy de hace 50 años. Lo hacía sustituyendo al anuncio de la marca de tabaco Camel. Y no siempre ha sido igual: hace unos años fue restaurado y se aprovechó para sustituir las letras mayúsculas por las minúsculas.
El ser declarado rótulo histórico le sirvió para ser indultado en 2010 de las exigencias de la ordenanza de publicidad exterior firmada por el entonces alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que decretaba el apagado de más de 400 luminosos en la ciudad.
Solo lo consiguieron tres carteles publicitarios al considerarlos patrimonio estético: Schweppes en Callao, Tío Pepe en la Puerta del Sol y el del BBVA en el edificio de la Castellana.