MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
La presencia de la mujer directiva en la Comunidad de Madrid presenta la evolución más positiva de todo el territorio nacional y en la actualidad, el número de puestos de alta dirección ocupados por mujeres en la Comunidad alcanza el 33 por ciento, seis puntos más que la media
nacional (27%), según los datos del último informe de Grant Thornton 'Women In Business: ¿cumplir o liderar?'.
Según este trabajo, el porcentaje de empresas madrileñas sin ninguna mujer al mando es el más bajo de España, un 11 por ciento, alejado del 20 por ciento de empresa dirigidas únicamente por hombres en España. "La
Comunidad de Madrid presenta el mayor dinamismo de España a la hora de crear puestos ejecutivos liderados por mujeres", ha explicado Fernando Beltrán, socio director de la oficina de Grant Thornton en Madrid.
En este sentido, ha apuntado que la cifra indica que las empresas madrileñas "sí están consiguiendo avances significativos a la hora de equilibrar los puestos de dirección entre hombres y mujeres, así como haciendo una cultura empresarial inclusiva, que les va a permitir
beneficiarse de las ventajas de una verdadera diversidad".
Para encontrar respuesta a este dinamismo, el informe de Grant Thornton analiza qué han hecho las empresas madrileñas y las instituciones públicas en esta Comunidad para impulsar el cambio en el último año. Los datos muestran que las políticas de igualdad de género son abundantes y su uso está generalizado.
De este modo, el 96 por ciento de empresas en Madrid cuentan con políticas de igualdad salarial para hombres y mujeres que desempeñan las mismas funciones; el 77 por ciento tiene establecidas modalidades de trabajo a tiempo parcial y el 77 por ciento aplica políticas de no discriminación a la hora de contratar.
Las medidas de apoyo a los padres que trabajan también muestran una buena acogida en las compañías de la región, principalmente horarios flexibles (79%) y permisos de paternidad retribuidos (70%). Sin embargo, no existe una correlación clara entre qué políticas o cuántas adoptan las empresas madrileñas y la diversidad de género de sus equipos de alta dirección.
Los directivos encuestados aseguran que lo que les motivó a implantar políticas de igualdad en sus empresas fue, principalmente, atraer y mantener profesionales (32%), cumplir con sus valores corporativos (23%), mejorar el rendimiento de la compañía (17%) cumplir con la legislación (19%).
Por otro lado, el nuevo informe de Grant Thornton indaga en el papel de las empresas y el del Gobierno a la hora de aumentar el número de directivas en Madrid. Así, un 53 por ciento de líderes empresariales en Madrid desearía que el Gobierno y la Comunidad de Madrid impulsaran más medidas legislativas de apoyo a la mujer directiva.
Sin embargo, muchos de ellos son conscientes de que mejorar la ratio de mujeres en la dirección no se soluciona solo con más legislación. En el conjunto nacional un 58 por ciento de directivos creen que "es un problema que se debe abordar conjuntamente, entre las empresas y gobierno, codo con codo".
Esta cifra se distancia a lo alto en Madrid hasta un 66 por ciento, mientras que para un 23 por ciento de empresarios el escollo debe resolverlo las propias empresas con medidas de acción internas, sin injerencia de la Administración.
Según Marta Alarcón, socia de Auditoría de Grant Thornton en Madrid "ni las políticas públicas ni las privadas en materia de diversidad han generado avances significativos". Por ello, "una nueva etapa de colaboración, en la que las empresas no sólo deban cumplir con leyes, sino también crearlas desde el inicio, puede ser beneficiosa para la Comunidad de Madrid".
BRECHA SALARIAL Y CUOTAS
Aunque la mayor parte de empresas en Madrid apuestan por más legislación como vía para incentivar la diversidad de género en puestos directivos, muchas de ellas no ven con buenos ojos las auditorías de brecha salarial obligatorias. Prácticamente la mitad de empresas madrileñas (49%) piensan que es una medida excesiva que vulnera su derecho a establecer políticas retributivas adecuadas, frente a un 11 por ciento que sí las ve con buenos ojos y las aplicaría en su empresa para superar la brecha salarial de género.
Para un 28 por ciento son positivas, aunque necesitarían un amplio consenso entre Gobierno, Patronal y Sindicatos para salir adelante; y otro 11 por ciento también las ve excesivas, aunque su obligatoriedad, creen, ayudaría a superar la desigualdad de salarios por género.
No obstante, hay una política más impopular entre los empresarios madrileños: las cuotas obligatorias. Un 74 por ciento desearía no tener que implantarlas en sus compañías. "Las cuotas son medidas contundentes y que no gozan de gran apoyo en nuestra comunidad empresarial. Pero
los países donde se han aplicado, como Italia o Noruega, están rozando ya la paridad en el número de hombres y mujeres en puestos de dirección", señala Fernando Beltrán.
Sobre la promoción del liderazgo femenino, hay factores que ralentizan el poder alcanzar la paridad directiva en la Comunidad. El
principal para sus empresarios, con un 38 por ciento, es la propia relajación que muchas empresas están experimentando a la hora de aplicar voluntariamente medidas de diversidad de género, ya que prefieren concentrarse en otros asuntos estratégicos.
Por otro lado, un 28 por ciento cree que no hay políticas claras en las compañías que incentiven el acceso de la mujer a las altas esferas. Otras razones, por debajo, sería la percepción de que el Gobierno y la Comunidad de Madrid no han hecho lo suficiente todavía (13%) y, con la misma cifra, una razón muy importante: el papel de la propia
mujer a la hora de reivindicar sus ganas de dirigir: un rol poco activo que no clarifica sus aspiraciones directivas en las empresa para la que trabajan.
"Según nuestros datos e investigaciones, ni las políticas empresariales ni las gubernamentales están logrando una incorporación masiva de la mujer a la alta dirección en España ni en Madrid. Y es que cumplir por cumplir no basta. Las empresas que están consiguiendo cambios de verdad son aquellas que creen en el valor de una cultura inclusiva que dé ventaja a la diversidad", ha concluido Marta Alarcón, socia de Auditoría en la oficina de Madrid de Grant Thornton.