MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
Ocho municipios madrileños cuentan con la denominación de Fiesta de Interés Turístico Regional, entre las que se encuentra Morata de Tajuña, Torrejón de Ardoz, la Pasión de Daganzo, la Procesión del Encuentro de Móstoles, la Pasión de Jesús de Villarejo de Salvanés y de Carabaña, las de San Lorenzo del Escorial y Parla, amén de la Pasión de Chinchón y la Semana Santa de Alcalá de Henares, que además están declaradas de Interés Turístico Nacional.
Por ejemplo, la procesión del Encuentro de Móstoles, en el Domingo de Resurrección, se caracteriza por los arcos de romero florido que están presentes en diferentes puntos del recorrido, y por el encuentro de los dos pasos: el Cristo Resucitado, de la Cofradía Jesús Nazareno y Cristo Resucitado y donado por una vecina a la Parroquia de la Asunción en 1943; y el paso de la Soledad, perteneciente a la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad.
Al encontrarse, las dos imágenes simulan un saludo por tres veces gracias a sus costaleros. Entre salvas, vítores y aplausos y el himno nacional interpretado por la Banda Municipal Juvenil, la procesión continúa su recorrido hasta el final del itinerario, en la Plaza de Ernesto Peces, donde se celebrado la tradicional misa solemne.
Por otro lado, en Torrejón de Ardoz ya hay constancia de que el siglo XVI la Cofradía de la Bula del Santísimo Sacramento organizaba procesiones de Semana Santa en el municipio, aunque la verdadera consolidación de esta celebración se produjo en el siglo XVIII, con la constitución de las cofradías de Nuestra Señora del Rosario y de la Vera Cruz y Nuestra Señora de la Soledad.
Entre los pasos destacan el conocido como 'El Calvario', con las imágenes de Cristo y La Dolorosa, datado en los siglos XVI o XVII y atribuido a la escuela de Gregorio Fernández, máximo exponente de la escultura religiosa castellana del Barroco.
Destaca también esta Semana Santa, que fue declarada el año pasado por el Gobierno autonómico como Fiesta de Interés Turístico Regional, la participación infantil en el paso de 'La Santa Cena', el Jueves Santo, que es portado por 20 niños de entre 6 y 12 años.
DAGANZO, UNA REPRESENTACIÓN EN 360 GRADOS
Por su parte, la Pasión de Daganzo tiene una peculiaridad que la diferencia del resto de representaciones de la Pasión de Cristo y es la disposición circular de las escenas, lo que permite a los espectadores ver la representación en 360 grados, sin necesidad de desplazarse por las estaciones de la Pasión.
La fiesta de Daganzo se remonta a 1986, lo que la convierte en la tercera representación de La Pasión más antigua de la región. Tiene lugar el Viernes Santo, en la Plaza de la Villa, donde se instalan varias plataformas y los decorados.
Los vecinos, que se encargan de preparar los decorados y vestuarios, se convierten en actores para representar los tres últimos días de vida de Jesucristo desde su entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, en 16 escenas basadas en los textos de los Evangelios. Los espectadores se sitúan en la parte central de la plaza, y las escenas se suceden a su alrededor.
Los criterios que tuvo en cuenta también en 2014 la Comunidad de Madrid para declarar esta fiesta de interés han sido el origen y antigüedad de la celebración, su raigambre en el pueblo y su valor cultural y atractivo turístico.