MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Científica ha confirmado que el incendio registrado ayer en un taller en el madrileño distrito de Carabanchel fue provocado y los supuestos autores, tres jóvenes que resultados quemados, continúan graves en el hospital, ha informado a Europa Press fuentes policiales.
Todo ocurrió sobre las 4:10 de la madrugada del domingo en la confluencia de las calles Secuoya y Aguacate, cuando agentes de la Policía Municipal de Madrid que patrullaban esa zona del polígono industrial observaron cómo tres jóvenes y con quemaduras intentaban montarse violentamente en un VTC. Uno de ellos estaba encima del capó y los otros lograron montarse desnudos en la zona trasera.
Al llegar los policías, detuvieron el coche y entonces los chicos huyeron a la carrera por la calle Aguacate hasta la Vía Lusitana, pero fueron interceptados poco después. Uno de ellos aseguró que les intentaron quemar a lo bonzo pero otro revela que se quemaron con la gasolina que llevaban.
Se trata de un marroquí 17, otro de 20 y un español de 18 años sin antecedentes, quienes poco después fueron atendidos por sanitarios del Samur-Protección Civil, que les estabilizaron, les aislaron las vías aéreas y les evacuaron con pronóstico muy grave a la Unidad de Quemados del Hospital Universitario de Getafe y a La Paz.
Uno de ellos tenía el 30 por ciento de la superficie corporal quemada; el segundo un 40 y el tercero un 60 por ciento, sobre todo en las piernas, las palmas de las manos y la cara, y uno de ellos en la espalda, indicó una portavoz del Samur. Los heridos continúan este lunes ingresados y sedados en los hospitales custodiados por la Policía.
Por su parte, los Bomberos del Ayuntamiento también acudieron a la nave situada en la calle Secuoya, donde extinguieron el fuego, situado en la primera planta. Había dos focos situados en la primera planta, aisladas una de la otro, y restos de acelerantes como la gasolina.
Además, los agentes encontraron cerca de dichos focos ropa quemada de estos adolescentes, documentación y el móvil de uno de los chicos con el que supuestamente grabaron lo que hicieron en tiempo real por Instagram. También encontraron un mechero y un pequeño soplete.
La Policía Nacional, que se ha hecho cargo del caso, investiga si los arrestados eran trabajadores de este taller o fueron contratados por una tercera persona para incendiar la nave. Al parecer, allí se ubica un taller costura clandestino desmantelado varias veces por la Policía porque explotaban laboralmente a ciudadanos extranjeros, a los que no pagaban.
Por tanto, se baraja una posible venganza. De hecho, la dueña del local comentó tras el suceso a los policías municipales que despidió a su tío y este poco después le denunció y amenazó con quemarle el local para reclamarle una deuda pendiente. Ahora se investiga la relación, familiar o no, de estos chicos con esta persona.