Investigadores piden a la congregación el libro de revisiones de calderas y sistema de calefacción
MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Policía Nacional descarta un accidente o siniestro laboral en la explosión que el miércoles destrozó gran parte del edificio número 98 de la calle Toledo y dejó cuatro fallecidos y once heridos, según han indicado a Europa Press fuentes de la investigación.
De momento, los agentes de la comisaría de Centro y Policía Científica han interrogado a más de una decena de testigos y vecinos de la zona sobre lo ocurrido. Entre ellos, los sacerdotes que allí se encontraban (uno de ellos falleció) en el momento de la explosión. Y les han contado que el feligrés que se acercó a la residencia sacerdotal "a echar una mano" no llevaba herramientas.
Le llamaron, según han señalado, porque era un operario de mantenimiento amigo de la parroquia y comenzaron a oler fuertemente a gas. Estuvieron mirando las calderas y los radiadores pero, según aseguran, no tocaron nada, aunque sí abrieron las ventanas. Ahora, los agentes intentan averiguar si realmente no intentaron reparar las calderas y si avisaron o no a la compañía de revisión del gas. Ellos aseguran que sí.
El inmueble tenía problemas de calefacción desde el lunes y, de hecho, tuvieron que cancelar una reunión parroquial prevista para el propio miércoles por frío. Los radiadores ni estaban calientes ni fríos, algo que denota un fallo desde hace tiempo. De hecho, se apunta a que el gas se escapaba del circuito desde hacía algunos días y había subido, al pesar poco, a las plantas superiores.
Los investigadores han solicitado a los miembros de la congregación el libro de revisiones de las calderas y del sistema de calefacción. Según fuentes regionales consultadas por Europa Press, había pasado la revisión en enero de 2020, con lo cual estaba en regla.