MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los votos de PP, Ciudadanos y la postura sorpresiva del PSOE han sacado adelante en el Pleno de Cibeles el instar a la alcaldesa, Manuela Carmena, a que cese al tercer teniente de alcalde, Mauricio Valiente, como responsable del plan municipal de Derechos Humanos. Ahora Madrid se ha quedado solo al votar en contra.
Mauricio Valiente ha enmarcado la propuesta del PP en una "pose" de los populares y una "estrategia macartista". La propuesta que ha llevado el PP al Pleno de Cibeles se caracteriza por ser propia de "politiquería de garrafón", ha añadido.
La concejala del PP Alicia Delibes ha pedido a la alcaldesa, Manuela Carmena, el cese de Valiente ante el temor de que "poco a poco, como en la Venezuela de Hugo Chávez, los madrileños puedan perder libertades". Delibes ha criticado la abierta "simpatía por las dictaduras comunistas" de Valiente, a quien también ha criticado que tenga un póster de Lenin en su despacho de Chamartín, y que no considere a Leopoldo López un preso político.
Valiente le ha contestado al PP que los derechos humanos "no son patrimonio de nadie, ni de Occidente, porque ese es un argumento de vergüenza ajena". En su intervención, el edil ha declarado que en Venezuela "hubo un golpe de Estado que el PP avaló e hizo un ridículo espantoso". La propuesta del PP, a su juicio, es un "intento de deslegitimar por unos intereses que no son los de los derechos humanos".
La edil de Ciudadanos Silvia Saavedra ha preguntado si la intención última de Valiente con este plan es "convertir el Ayuntamiento en Cuba, Irán y Venezuela". Posición contraria ha sido la mostrada por el PSOE que, a través de Erika Rodríguez, ha definido el plan de derechos humanos de "instrumento bien hecho por lo que aporta a la ciudad".
Rodríguez ha defendido el derecho a tener una ideología, posible en democracia, como el hecho de que se tenga un póster de uno o de otro en el despacho. Tampoco ha pasado por alto que "en España se cometen violaciones de derechos humanos, como en los CIE" y que "hay que posicionarse, no quedarse en el gris cómodo". La edil no ha ocultado que le disguste que el PP "utilice el dolor de los demás", en este caso de los venezolanos, para obtener "rédito político".