"La reinterpretación de la regla de gasto tendría que tener en cuenta esos gastos impropios", apostilla Sánchez Mato
MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
PSOE y Ahora Madrid han aprobado en el Pleno de Cibeles instar al Gobierno de España a revisar el diseño y aplicación de la regla de gasto en las corporaciones locales, fundamentalmente de las que presenten cuentas públicas saneadas, según lo acordado en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), al tiempo que se adapta a la nueva regulación europea en la zona euros.
PP y Ciudadanos no han apoyado esta iniciativa. La misma votación se ha repetido en el punto por el que el Ayuntamiento instará al Gobierno de la Nación a emprender las modificaciones legales que permitan a las entidades locales reinvertir su superávit en 2017 en mejoras de los servicios públicos, políticas sociales y generadoras de empleo que incidan en una mejor calidad de vida de los ciudadanos.
La socialista Purificación Causapié, que ha presentado la proposición, ha indicado que los 4.500 millones de superávit se podrían traducir en la generbación de hasta 100.000 puestos de trabajo. La edil ha reclamado "una interpretación más flexible y adaptada a la realidad económica de la ciudad" porque "no es gastar por gastar".
La actual interpretación de la regla de gasto que hace el ministerio "asfixia a los ayuntamientos y limita su capacidad económica". Ha propuesto, en la línea de lo consensuado en la FEMP, "centrarse más en el presupuesto aprobado que en liquidado".
Causapié, además, ha instado a que el Gobierno promueva una nueva financiación local, junto a la autonómica, para que "no se olvide a los ayuntamientos una vez más". Ha terminado su intervención pidiendo la derogación de la Ley de Reforma Local porque "es una ley inútil que nadie está cumpliendo".
El delegado de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, ha añadido que dicha ley "constriñe" especialmente a los ayuntamientos de "manera absurda y desproporcionada" y más cuando se trata de administraciones con superávit, algo que tiene como origen la modificación constitucional en la que participó PP y PSOE en agosto de 2011.
Sánchez Mato también se ha referido a las conocidas como competencias impropias, que en el caso del Ayuntamiento de Madrid suman un gasto de 732 millones de euros en 2015. Supuestamente la financiación debería ser cubierta al cien por cien por otras administraciones pero en el ejercicio pasado únicamente se recibieron 83 millones de la Comunidad, al resto se le hace frente con "el pulmón de los madrileños". "La reinterpretación de la regla de gasto tendría que tener en cuenta esos gastos impropios", ha apostillado.
El portavoz de Economía de Ciudadanos, Miguel Ángel Redondo, ha opinado que "hay margen de mejora de la regla de gasto pero no por esta vía, que no es más que un lavado de conciencia por aprobar el techo de gasto con el PP" en el Congreso de los Diputados.
El popular Íñigo Henríquez de Luna ha defendido la regla de gasto por "ayudar a embridar el déficit y la situación de descontrol financiero de los ayuntamientos". "Otra cosa es que las comunidades y el Estado no cumplan la ley pero el Ayuntamiento no tiene que desandar el camino andado", ha defendido.
"Creemos que no tiene sentido que nos carguemos una ley para pretender que el superávit sirva para aumentar el gasto público. Es un despropósito", ha lanzado planteando que, en todo caso, el superávit sirva para inversiones financieramente sostenibles o para bajar impuestos. "Si no sería volver a emprender el camino al infierno", ha terminado.
"Alucino en colores", le ha contestado Sánchez Mato, que le ha recordado el incumplimiento del Estado y de la Comunidad de Madrid, cifrado en este caso en 648 millones de euros, según un informe del Ministerio. En contraposición, "la inmensa mayoría de las corporaciones locales cumplen el objetivo de estabilidad".
Por último, el delegado ha mandado un mensaje al PSOE, cuyo 'sí' es necesario para aprobar los presupuestos de 2017. "Hemos aceptado la inmensa mayoría de las propuestas socialistas", les ha recordado. Y es que, como ha argumentado, para atender las necesidades de la ciudadanía se necesita cambiar la regla de gasto pero también un presupuesto.