MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -
El PSOE de Madrid ha conseguido este 28 de mayo su primer crecimiento en su número de concejales en veinte años, de los 8 de 2019 a los 11 de 2023, y su candidata, la "paracaidista" Reyes Maroto, roza el liderazgo de la oposición frente un Más Madrid que se desploma hasta los 12 ediles.
Hace algo más de seis meses la incógnita del PSOE en Madrid se despejaba y se conocía que la hasta la fecha ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, era la designada para revitalizar un partido en caída, que no cosechaba un resultado positivo desde 2003 y al que se le había arrebatado el liderazgo en la izquierda en 2015 por parte del entonces Ahora Madrid.
La llegada de Maroto anunciaba un cambio de estrategia respecto a la capital desde que Juan Lobato asumiera la Secretaría General del PSOE-M, hace algo más de un año. El objetivo, según adelantó en su momento, era poder dotar a los socialistas de la capital de un proyecto de continuidad. Se buscaba a una persona que fuese a dedicarse a la política local al menos 10 años y no se repitiera de nuevo el abandono del portavoz del PSOE a mitad de mandato.
Empezaba entonces el baile de nombres el director del Instituto Cervantes y viudo de la escritora Almudena Grandes, Luis García Montero; viejos conocidos de la política madrileña como el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales y compañeros suyos de Consejo como Margarita Robles (Defensa), Félix Bolaños (Presidencia) o Fernando Grande Marlaska (Interior).
Finalmente resultó ser Maroto, quien volvía así a la política madrileña, pero esta vez a la local. En 2015 entraba en la Asamblea de Madrid donde estuvo al frente como portavoz de Presupuestos, Economía, Empleo y Hacienda, que dejó cuando en 2018, tras la moción de censura que llevó al PSOE a la Moncloa, fue designada ministra de Industria, Comercio y Turismo donde gestionó, entre otros, el cierre y reapertura a los visitantes extranjeros por el Covid-19.
EN BUSCA DE RECUPERAR LA "CONEXIÓN" CON LOS MADRILEÑOS
Tras dejar el Ministerio Maroto se lanzó a una campaña discreta, centrada en la proximidad y los "mítines de barrio", pequeños encuentros en los que ha ido explicando sus propuestas para cada distrito, casi siempre con escasos asistentes.
A Maroto la ha acompañado una lista en la que solo tres de los diez cabezas repiten de anteriores comicios. En cambio, han entrado cargos intermedios del Gobierno --como la exsecretaria de Estado de Igualdad Soledad Murillo, la de Industrias Culturales Adriana Moscoso o Servicios Sociales Ana Lima--. El objetivo desde un principio ha sido mostrar un perfil de "gestora" que contraponer al resto de izquierdas a las que a lo largo de la campaña ha acusado de ofrecer "propaganda".
Ha compartido con Lobato un perfil más sosegado, "alejado de la crispación", y con el objetivo de trasladar sensatez y proyecto político. Aún así, Maroto ha sido identificada, especialmente por el PP y CS, como la "candidata de Pedro Sánchez", lo que la ha vuelto diana de sus críticas en varios temas nacionales que se han colado en la campaña como la incorporación de condenados de ETA en la lista de Bildu.
Este 29 de mayo empieza una nueva etapa sobre la que ya ha advertido que hará una oposición "constructiva" pero "dura", ya que su objetivo el "solucionar los problemas de los madrileños", además de trabajar para recuperar la cabeza de la izquierda en Cibeles dentro de cuatro años.