MADRID 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
La reforma realizada recientemente por la Concejalía de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Colmenar Viejo en la Plaza de Luis Gutiérrez dejó al descubierto durante el transcurso de las obras un antiguo cementerio del siglo XIII adosado a la Basílica de la Asunción de Nuestra Señora.
Según ha informado el Ayuntamiento, un equipo de expertos arqueólogos de la localidad rescataron numeroso material arqueológico de hace más de cinco siglos de antigüedad, como medallas franciscanas, monedas incluso con restos de tejido de la bolsa donde se guardaban y piezas de cerámica de distintos tamaños y épocas.
El concejal de Obras y Servicios, Carlos Blázquez, ha explicado que "los expertos intuían que en este enclave podía existir un cementerio pero hasta ahora no tenían pruebas ni material que corroboraran fehacientemente esa suposición". "Ahora sí y como legado patrimonial es muy relevante", ha resaltado.
Los trabajos de recuperación del material arqueológico, hallado junto a cuantiosos restos óseos, implicaron la planificación y desarrollo de una campaña de excavación que se centró en el área de la jardinería adosada al alzado sur de la Basílica, junto a una de las puertas de acceso al templo.
El equipo de arqueólogos que se hizo cargo de la campaña -dirigido por Fernando Colmenarejo, Rosario Gómez y Elvira García, con el apoyo técnico de Alfonso Pozuelo y la antropológica de Samuel Pérez y Ana María Antona, y la colaboración de varios voluntarios- intervino en un espacio de aproximadamente 20 metros cuadrados, llegando sólo al nivel geológico, en unas pequeñas zonas, para evitar en la medida de lo posible el arrasamiento de estructuras y otros niveles arqueológicos.
A la espera de las conclusiones definitivas, que se conocerán en los primeros meses de 2015 después del estudio de los restos en el laboratorio, los expertos creen que se trata del primitivo fosal o área cementerial que se originó a partir del levantamiento de la iglesia románica de Santa María, hacia mediados del siglo XIII, así como de la ampliación posterior de la iglesia, entre los siglos XV y XVI, bajo la advocación de la Asunción de Nuestra Señora.
De hecho, los arqueólogos han podido comprobar que la cimentación del alzado sur de este nuevo templo construido durante el gótico tardío arrasó completamente varias de las sepulturas antiguas, algo que los expertos han podido corroborar también por el hallazgo, bajo esos cimientos, de un óbolo (vellón) de Alfonso X.
DISTINTA ORIENTACIÓN DE LOS INDIVIDUOS
Los arqueólogos también destacan la indiferente orientación de los individuos que se hallaron en su posición originaria (15 adultos y 10 perinatales/infantiles), por lo general en decúbito supino (boca arriba) y con los brazos cruzados sobre el abdomen, ya que se encontraban en dirección Oeste- Este y viceversa.
También encontraron pruebas de la pervivencia de ciertas costumbres y actitudes ante la muerte ajenas al ritual católico, como la presencia de una o dos monedas en la mano, algunas incluso con restos del tejido de la bolsa donde se guardaban, lo que podría tratarse de la tradición de pago a Caronte en el paso de la laguna Estigia.
La sencillez de los enterramientos encontrados -simples fosas abiertas en la tierra, salvo alguna excepción, y en el exterior del templo- hace pensar a los arqueólogos no sólo que se trataban de personas humildes sino también del reflejo del espíritu franciscano de la pobreza.
De hecho, se han hallado medallas de esta orden mendicante en dos individuos, algo que también corrobora el fervor que despertó entre los parroquianos colmenareños esta orden y que culminaría con el asentamiento de los franciscanos descalzos en la Villa de Colmenar Viejo a partir de la segunda mitad del siglo XVII.
Además de los numerosos restos óseos de otros individuos, se ha recuperado numeroso material arqueológico cerámico, datado desde el siglo XIV hasta la actualidad, representado por formas de servicio de mesa y culinario, entre otros, así como algunos útiles prehistóricos, actualmente también en fase de estudio.
Todo este material será atesorado, en los próximos meses, en vitrinas en la Casa Museo de la Villa como legado patrimonial.