Según los convocantes, hay unas 3.000 personas manifestándose en el centro de Madrid
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
Los taxistas ya han llegado a la Puerta del Sol para continuar con sus protestas por la falta de regulación del sector de las VTC y han continuado con insultos al presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, así como defendiendo que no son "terroristas". Según los convocantes, hay unas 3.000 personas.
Frente a la Real Casa de Correos, la multitud que se ha acercado hasta el kilómetro cero han clamado contra la postura de la Comunidad de Madrid en la negociación con gritos de "PP y VTC, la misma mierda es" o "Manos arriba, esto es un atraco".
Como esta mañana frente a la sede del PP en la calle Génova, han vuelto a pedir la dimisión del presidente madrileño. "Garrido, cabrón, acércate al balcón", le han dicho.S "Nos quieren quitar nuestros taxis", lamentan los asistentes, quienes defienden que no van a dar "ni un paso atrás".
Mientras se manifiestan, los presentes están también tirando petardos y bengalas. Los furgones policiales de la Unidad de Intervención Policial (UIP) rodean la sede del Gobierno madrileño, a la que también están tirando huevos y hasta una botella de plástico, que ha logrado esquivar uno de los agentes.
Al igual que en la concentración de Génova, han vuelto a hacer referencia a las banderas que ondean en las sedes, entre otras la española. "Esa bandera no os la merecéis", ha clamado algún concentrado, mientras insistían en uno de sus lemas: "Somos taxistas, no terroristas".
También han tenido palabras para sus compañeros en huelga de hambre desde el pasado viernes "por todos los taxistas" y una de ellas, Concha Guardado, ha sido recibida entre aplausos mientras clamaban su nombre. También se han acordado del compañero que se encuentra en coma inducido tras ser arrollado en una protesta en la A-2, mañana hará una semana.
Los presentes han asegurado que vamos a abrir una cuenta para recaudar dinero y recuperar los taxis que "quitaron" a los compañeros esta mañana en el paseo de la Castellana, donde la grúa se ha llevado varios vehículos durante el desalojo que no han sido retirados por sus propietarios voluntariamente.