MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha ratificado la condena a 20 años de prisión impuesta a Ali Raba Yode por la Audiencia Provincial de Madrid, después de que un jurado popular le considerara autor del asesinato de un policía nacional el 2 de enero de 2015 al arrojarle a las vías del tren cuando el convoy hacía su entrada en la estación.
La Sala de lo Civil y Penal ha desestimado íntegramente los recursos de la defensa y mantiene los dos delitos por los que fue condenado, asesinato y atentado con medio peligroso, así como la aplicación de la pena en su máxima extensión por parte del juzgador, al entender que su decisión "fue proporcionada a la extrema gravedad de los hechos, congruente con la personalidad del delincuente -de gran peligrosidad-, y está ajustada a las reglas dosimétricas y jurisprudenciales".
Así, el TSJM entiende que la sentencia de la Audiencia constata algunos extremos sobre el condenado "verdaderamente innegables y que aumentan el desvalor de la acción" como "su extremada crueldad y violencia".
"Nada hay de arbitrario o ilegal, antes al contrario, en ponderar el medio que se elige para matar, aun no apreciando enseñamiento, para determinar la medida de la extensión de la pena dentro del margen que la Ley otorga al Juzgador", añade.
El condenado presentó un recurso de apelación a la sentencia de la Audiencia "por vulneración del derecho a la presunción de inocencia al carecer de base razonable la condena impuesta, atendida la prueba practicada en el juicio". También añadía que con carácter subsidario se habría cometido una infracción legal en la calificación jurídica de los hechos, "por indebida apreciación de la concurrencia de alevosía".
HECHOS PROBADOS
En el juicio se declararon hechos probados que sobre las 11.30 horas del día 2 de enero de 2015 el Policía Nacional Francisco Javier Ortega del Real, de 29 años, estaba junto con un compañero en la estación de Metro de Embajadores de Madrid, en el ejercicio de las funciones propias de su cargo.
Cuando se encontraban en el vestíbulo de la estación, requirieron al condenado la documentación pero éste se negó a entregarla a la vez que continuó su marcha hasta el andén, "seguido por los agentes, que insistieron en su requerimiento, lo que provocó una cierta confrontación".
El condenado "paulatinamente se fue acercando al borde del andén" y en el momento en que el convoy hacía su entrada en la estación y cuando la cabecera del mismo se encontraba a su altura, "consciente de la alta probabilidad de que un eventual atropello sería mortal y con el fin de acabar con la vida de Francisco Javier tiró de él y lo arrastró hacia la vía".
De hecho, Ali Raba se arrojó a las vías arrastrando con él al agente de Policía Nacional "sin importarle que él mismo pudiera fallecer". A consecuencia de ello Francisco Javier falleció de forma instantánea por "evisceración casi completa de la masa encefálica, junto con otros traumatismos en el tórax y extremidades, de distinta gravedad".