El músico Mario Vaquerizo con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el concejal de Chamberí, Jaime González Taboada - AYUNTAMIENTO DE MADRID
MADRID 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
El músico Mario Vaquerizo, que se ha confesado creyente, ha alabado del Papa Francisco que estuviera recibiendo visitas hasta el último día. "Genio y figura hasta la sepultura", ha descrito tirando de sabiduría popular.
El líder de las Nancys Rubias, desde la sala de ensayos en el centro cultural Galileo que ya lleva su nombre, no ha ocultado su tristeza por el fallecimiento. De él ha recordado que fue un Papa "más pastoral y no tan doctrinal como el anterior y lo que demostraba es que dentro del Vaticano, dentro de la Iglesia, también había diversidad y diferentes formas de entender la religión". "Creo que en la variedad y en la pluralidad está el gusto", ha opinado.
"Siento mucho la pérdida del Papa Francisco, estaba muy malito ya pero fue profesional hasta el final porque un día antes estuvo allí recibiendo a todo el mundo el Domingo de Pascua... Genio y figura hasta la sepultura", ha manifestado el cantante, que se ha descrito como creyente. "Creo mucho, voy a misa, me encanta comulgar y me hace sentirme muy bien, tengo el sentido de la espiritualidad muy desarrollado", ha explicado.
Lo primero que hizo tras pasar lo peor de un gran problema de salud a raíz de una caída en un concierto, que le ha afectado a la visión y a las cervicales, fui ir a dar las gracias a la Virgen. "Mi oftalmóloga, que no es nada creyente, me dijo 'siga usted rezando a sus santos y a sus vírgenes porque lo que le ha pasado es un milagro'. Benditos milagros", ha suspirado.
En lo que no se mete es cómo debería ser el siguiente Papa. "Yo estoy muy contento con mi sala de ensayos y además no soy tan trascendental ni tampoco quiero adquirir tanta responsabilidad. Yo soy entretenedor, vengo a entretener a la gente y tratar de hacer feliz a la gente", ha bromeado con la prensa. Al ser preguntado por su traje, de color cardenalicio, Vaquerizo ha vuelto a tirar de humor afirmando que es "un mariconeo" que se ha puesto porque "era elegante y la ocasión lo requería". "Hay que ir elegante siempre y además me siento elegante", se ha despedido.