MADRID, 29 May. (EUROPA PRESS) -
La todavía vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, no ha logrado reunir los votos necesarios para tener representación en el Palacio de Cibeles y ha perdido los once ediles de 2019, lo que evoca a Ciudadanos a su desaparición del mapa político madrileño.
Su confianza en los sondeos electorales no le han valido para revalidar su posición y mantener a flote el espacio liberal en el Consistorio capitalino. El 28M era clave también para la supervivencia de su partido a nivel nacional, que se queda sin su principal talismán al quedarse en un 2,88% de los votos.
En su derrota electoral, ha estado arropada en la sede de Ventas por el secretario general de CS, Adrián Vázquez, su equipo más próximo y los miembros de su candidatura. Ahora, un futuro incierto se ciñe sobre la política y abogada madrileña. Preguntada sobre si seguirá en política, ha respondido con un "ahora no".
En un emotivo discurso, Villacís ha reconocido su "derrota sin paliativos" pero ha dicho que se va "con la cabeza muy alta" por el trabajo realizado estos cuatro en el Ayuntamiento de Madrid. "Y esto, ha sido una derrota sin paliativos. No me gustan los eufemismos, no me gusta edulcorar la realidad y la realidad es la que es y por su nombre", ha afirmado.
El silencio y las caras serias en la sede de los 'naranjas' ha reinado desde la llegada de la candidata a las ocho de la tarde a pesar de que manifestaba que estaba "optimista". La debacle electoral ya se respiraba en el ambiente antes de la rueda de prensa para anunciar los resultados finales, al no aparecer ningún representante de la formación en el espacio habilitado para la prensa.
CUATRO AÑOS COMO VICEALCALDESA
Deja atrás ocho años dedicados a los madrileños, cuatro de ellos como vicealcaldesa y con un equipo al frente de las Áreas de Gobierno de Urbanismo, Economía, Servicios Sociales, Internacional y Coordinación Territorial.
Pese a sus intenciones en reeditar el pacto de gobierno con José Luis Martínez-Almeida, la candidata naranja no ha logrado convencer a los madrileños con su propuesta de mantener las políticas liberales en la ciudad de Madrid.
Villacís tuvo dos ocasiones en su mandato para ser alcaldesa, un ofrecimiento de la izquierda que rechazó por lealtad a su socio de gobierno cuando salió el caso de las mascarillas y del hermano de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso.
Tomó el mando de vicealcaldesa el 15 de junio de 2019 con un discurso en el que manifestó que quería que Madrid fuera "una de las ciudades del mundo donde es más fácil emprender". "Que sea mucho más fácil encontrar un empleo estable, de calidad y mejorar la brecha de género. A eso nos vamos a dedicar, sin prejuicios, en ciudad libre, abierta plural y diversa", afirmó en el acto celebrado en Cibeles.
DESTACA LA BUENA RELACIÓN CON ALMEIDA
De su etapa en la Vicealcaldía, destaca el buen 'támden' que ha tenido con Almeida, sin tener palabras de reproche hacia él durante la campaña. Solo en el debate de Telemadrid, hubo un pequeño zasca en el que el alcalde le recordó que si ha disfrutado de "coche oficial" y "despacho" estos cuatro años ha sido gracias a los "votos de Vox" para ser nombrada vicealcaldesa.
El final de su mandato vino protagonizado por sus coqueteos con el PP y la fuga de varios concejales al partido, un extremo que en vez de achicarla en campaña quiso sacar provecho para poner en valor a los integrantes de su candidatura por su lealtad y honestidad en tiempos malos del partido.
Llegó a la política madrileña en 2015 logrando siete concejales y 186.000 votos. En 2019, afrontó una campaña embarazada en la que vivió un escrache en la Pradera de San Isidro dos días antes de dar a luz. Entre las personas que la acosaron, estaba la candidata de Podemos a la Comunidad, Alejandra Jacinta.
Dio a luz a su hija Inés y horas después se subió a un escenario en Hortaleza en un mitin de cierre de campaña, junto a Ignacio Aguado y Albert Rivera. En las urnas entonces, mejoró sus resultados con once ediles y 311.000 votos, siendo nombrada vicealcaldesa gracias al impulso de los nuevos barrios como Valdebebas, Sanchinarro, Montecarmelo o Las Tablas.
La campaña de Villacís se ha caracterizado por los avisos a diario del peligro que supondría que Javier Ortega Smith, candidato de Vox, pacte con Almeida, al conllevar a su juicio un recorte de derechos, sobre todo en el ámbito LGTBI que ella abandera dentro del Consistorio.
También ha avisado del peligro de que Podemos entre en el Ayuntamiento por el juego "turbio" de su candidato Roberto Sotomayor, al desplegar dos lonas en el barrio de Salamanca "contra sus vecinos y contra la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso". Le ha acusado de "generar odio y de envenenar la campaña".
Sabía que Almeida ganaría las elecciones, ante lo que abogaba por reeditar el pacto que suscribió con su socio de Gobierno hace cuatro años por el "buen gobierno" que han tenido con políticas liberales impulsadas por las áreas de gobierno en manos de los concejales 'naranjas'.
A Villacís le han servicio los sondeos electorales, que apuntaban a que entraría con tres concejales, de acicate para luchar por la supervivencia de los 'naranjas' y lograr convencer a los madrileños de que su opción es la más útil. Su propuesta, afirmaba la candidata, está avalada por la "buena gestión" realizada en el Consistorio con las carteras más importantes como Urbanismo, Servicios Sociales, Innovación e Internacional.
En cada acto ha alardeado de ser los impulsores de los grandes desarrollos urbanísticos del sureste como El Cañaveral o Los Berrocales, que cuentan con una previsión de construir un total de 120.000 viviendas.
En uno de sus actos, Villacís mostró el despliegue de grúas que hay actualmente en El Cañaveral, acompañada por la portavoz en el Congreso de CS, Inés Arrimadas, y por el delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes. "Las únicas viviendas que cuentan, señor Sánchez, son las que se hacen, no las que se prometen", manifestó entonces ante los anuncios en vivienda del presidente del Gobierno.
También ha destacado la gestión de su equipo en el ámbito de la innovación, prometiendo ampliar la apuesta del centro de conocimientos y innnovación ya planeado en Mercamadrid. En el terrero económico, se ha vanagloriado de salvar 6.000 puestos de trabajo con la puesta en marcha de las terrazas Covid para paliar los efectos de la pandemia; y en el internacional, de recuperar la presencia de Madrid en las ferias internacionales y poniendo a la ciudad al mismo nivel que otras capitales europeas.
La candidata ha sacado pecho de su lucha en el Consistorio por el colectivo LGTBI, con el que conecta desde mucho antes de entrar en política. Uno de sus actos más sonados en campaña ha sido organizar una fiesta en Chueca, donde prometió que la bandera arcoíris volverá a ondear en el Palacio de Cibeles durante las fiestas del Orgullo LGTBI 2023 en el mes de junio.
Lejos de que la fuga de concejales de su partido al PP le haya restado fuerzas, ha querido aprovechar lo ocurrido para ensalzar en cada acto la integridad del equipo que forma su lista y que define como una candidatura "leal y limpia". Incluso ha llegado a agradecer a Almeida que le haya ayudado a saber "con quién iría al fin del mundo".