FRÁNCFORT, 25 Sep. (EUROPA PRESS
La agencia Standard & Poor's (S&P) - ha señalado que una coalición en Alemania que involucre a Los Verdes aumentaría la presión sobre los fabricantes de automóviles para que todos los productos se desarrollen con tecnología eléctrica, una transición de muy alto coste que la industria compensaría solo parcialmente a través de "draconianas" medidas de reducción de costes.
De este modo, S&P explica que en el corto plazo, el Gobierno podría apoyar de forma indirecta las demandas de las asociaciones de consumidores otorgando una compensación más favorable a los propietarios de coches diesel. De esta forma, la agencia estima que al gobierno le costaría la sustitución del 'hardware' del vehículo entre 1.000 y 2.000 euros por coche y podría prolongar el periodo de presentación de solicitudes.
Asimismo, cree que el Gobierno se podría plantear la imposición de la prohibición de circular a los vehículos diesel en las grandes ciudades, propuesta que fue rechazada el pasado mes de agosto.
En el medio plazo, la agencia ve como riesgos que el Gobierno termine apoyando la tendencia hacia la plena movilidad eléctrica políticamente y no financieramente, ya que el mecanismo de incentivos para la compra de coches eléctricos e híbridos en Alemania expira en 2019.
En virtud de este plan, los solicitantes reciben una subvención de 4.000 euros en el caso de los eléctricos y de 3.000 euros en el de los híbridos, para vehículos cuyo coste total sea inferior a 60.000 euros.
Según apunta S&P, la industria considera que los subsidios públicos "son cruciales" para apoyar la venta de vehículos híbridos y totalmente eléctricos en todo el mundo, junto con incentivos para construir la infraestructura necesaria para aumentar la movilidad limpia en las ciudades.
De este modo, la agencia cree que en el largo plazo, como parte de su objetivo de que "las masas" usen la movilidad eléctrica, el Gobierno termine considerando que los fabricantes deben asumir el coste total de la transición, desplazando toda la presión hacia la industria y que produciría que ésta intentase reducir costes mediante medidas "draconianas".
El escenario que las elecciones alemanas han dejado ha sido totalmente inesperado. La canciller alemana, Angela Merkel, y su partido Unión Cristiano Demócrata (CDU) ganaron las elecciones legislativas de este domingo, donde el partido filonazi Alternativa para Alemania (AfD) se ha convertido en la primera formación de ultraderecha en llegar al Parlamento alemán desde 1961, con un 13,5% de los votos.
La CDU de Merkel y su partido hermano, la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), obtuvieron el 32,5% de votos, 13,5% más que la segunda fuerza política más votada, el Partido Socialdemócrata (SPD) de Martin Schulz, con un 20% de los votos. Tras AfD se encontraron el liberal Partido Democrático Libre, con 10,5%; el partido La Izquierda, con un 9% y Los Verdes, con 9,5%.
Con esta aritmética, las opciones de mayoría pasarían por un acuerdo CDU-SPD ya descartado por los socialdemócratas, o por una inédita alianza 'Jamaica' CDU-FDP-Los Verdes por los colores de la bandera del país caribeño y los que identifican a estos tres partidos.