MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor) considera que debe producirse un cambio en la fiscalidad del sector de la automoción bajo dos principios: que no descienda la recaudación para las Administraciones Públicas y que se grave con un mayor impuesto a los vehículos más contaminantes.
No obstante, Anesdor es consciente de la dificultad que tiene actualizar la fiscalidad de los vehículos motorizados, ya que los fondos recaudados se reparten a diferentes niveles de la Administración.
El secretario general del organismo, José María Riaño, explica, en una entrevista concedida a Europa Press, que las etiquetas medioambientales de la Dirección General de Tráfico (DGT), que clasifican a los vehículos en función de su potencial contaminante, pueden suponer un "primer paso" para articular la nueva fiscalidad de la moto y el automóvil.
Además, Riaño defiende, al igual que ha hecho en distintas ocasiones la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), que se suprima el impuesto de matriculación y se produzca una redistribución de la recaudación en el impuesto de circulación.
"Cuanto más contaminante sea el vehículo más debería acusar esa fiscalidad. No pensemos que hablamos de gravar de una forma enorme a estos vehículos, porque cuando se distribuye todo sobre el parque de vehículos el impacto es muy pequeño", apunta.
Por otro lado, el secretario general de Anesdor afirma que lo ideal sería gravar a la moto según su uso, dependiendo del número de kilómetros que realice el vehículo en un periodo de tiempo determinado.
En este contexto, señala que la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) podría ser un buen sistema de control, aunque primero debería solucionarse el "alto grado" de absentismo que hay actualmente entre los usuarios que poseen un vehículo de dos ruedas.
Así, Riaño reflexiona que cuanto más esté ligado el impuesto al impacto real que provoca el vehículo sobre la sociedad, más "justo" y "equilibrado" será.